Inseguridad, caos vehicular y cierre de negocios son las consecuencias del retraso de la construcción de un puente sobre la avenida 25 de Julio, la principal arteria del sur de la ciudad.

La obra, que conectará con la avenida Roberto Serrano, empezó en junio de 2022 para aliviar el tránsito vehicular que se forma en esta intersección. Al momento solo está avanzada en un 50 %, a pesar de que estaba previsto concluirla en 12 meses.

Los trabajos han sido rechazados por los residentes de las ciudadelas cercanas, como la Santa Mónica y Floresta, debido a los problemas que aseguran que está originando.

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“Mi casa tiembla constantemente y se está partiendo con la presencia de la maquinaria pesada”, señala Julia Moreno, quien habita en la avenida 25 de Julio, a la entrada de la ciudadela Santa Mónica.

Como ha informado EXPRESO en varias ediciones, el cierre de los carriles en el sentido norte y sur ha provocado pérdida en los locales comerciales que no abren sus puertas por la falta de clientes. “No podemos trabajar porque las maquinarias y los huecos que han hecho en la vía impiden que venga la clientela”, lamenta Carlos Romero, propietario de una panadería, quien argumentan que no era necesario un puente en esa zona y que su negocio se irá a la quiebra.

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El Municipio de Guayaquil informó que 13 obras sufren “pequeños retrasos parciales debido a las lluvias que dificultan el manejo de materiales y la operación de maquinarias”.

En este grupo se ubica el paso elevado vehicular de la avenida 25 de Julio, cuyo retraso también se debe a trabajos complementarios y procesos administrativos regulares que aún están en curso

La solución vial tendrá una longitud de 335 metros con dos carriles.