Alquiles Álvarez, el virtual Alcalde de Guayaquil, se enfrentaría una serie de retos que perseguir, que se conjugan con cambiar el escenario del descontento ciudadano ya sea por obras retrasadas, aliviar realmente el caos vehicular, mejora en áreas verdes, entre otros. 

Está claro que el Sillón de Olmedo está 'desgastado', pues su imagen política ha estado envuelta en más de una polémica y la lupa judicial.

Bajo la mirada del planificador urbano guayaquileño, Luis Alfonso Saltos, el nuevo alcalde debe trabajar en la construcción de un "sistema multimodal de transporte" que integre todos los sistemas públicos actuales.

"También debe incrementar los espacios públicos de Guayaquil dotando de áreas verdes reales, presentar el Plan de Arbolado Urbano, no sólo señalar su existencia; mejorar los programas habitacionales en coordinación con la empresa privada velando por el incremento de áreas verdes y conexión con la zona urbana densa e implementar un sistema de transporte fluvial en Guayaquil", argumenta. 

Saltos también habla de transparencia. "Se debe transparentar y mejorar el acceso a la información municipal y que se generen procesos participativos en todos los programas y proyectos municipales", subraya.

Jorge Chuya Chávez, analista político y director de Humanamente, fijó cuatro retos: seguridad, transporte público, áreas verdes y servicios básicos en zonas marginales que aún no cuentan con aquello. "La seguridad es la mayor preocupación de los guayaquileños y la Alcaldía tiene que estar apoyada con el Gobierno central para canalizar planes, apoyo y coordinación", acota. 

Chuya también baraja el planteamiento de un sistema de transporte eficiente. "Guayaquil tiene un problema de congestionamiento de vehículos y la metrovía no abastece al igual que las líneas de buses y la aerovía es un artículo de turismo. Por ello, la Alcaldía debe enfocarse en buscar una alternativa para el transporte público".

Estos últimos pedidos son los que esperan  que aterricen a los sectores de ciudadanos como Saúl Torres, residente de la ciudadela Urdesa Central.  Los pocos parques de la zona, dice, se quedaron en los 90. "Veo que en otros lados hay máquinas geriátricas, con más árboles, y acá en Urdesa son pocos las áreas verdes con mejoras en las aceras o iluminación. ¿Por qué a unos sí y a otros no?", cuestiona. 

A este comentario se suma Doménica Méndez, moradora del suroeste y que está harta de ver la calle Argentina aún con huecos. "Deberían venir a conocer la realidad de que tanto se han demorado", atmbién se queja la ciudadana que pasa la mayor parte del día encerrada en su vivienda para que no le entre polvo.