Cuando Laura Agurto se enteró de que se había ganado el premio que EXPRESO estaba sorteando, lo primero que pensó es que se trataba de una cafetera y no de un televisor. La noticia le llegó el sábado, el día que se dedica a las actividades de su templo, es adventista. “Escuché a mi hermana decir que había ganado, pero decidí saber bien de qué se trataba, después de las 18:00 que terminé mi jornada”, cuenta.

Agurto, de 64 años, y habitante de la ciudadela El Cóndor, ubicada en el norte de Guayaquil, precisa que cuando supo cuál era su premio solo pegó un grito de alegría. “En casa tengo una televisión pequeña, tiene sus años... No podía creer que ahora tendré uno de 55 pulgadas y que la colocaré en la sala, para disfrutar de ella con mi familia, sobre todo con mi padre...”.

La ganadora es suscriptora de EXPRESO desde hace nueve años y ese vínculo con el Diario lo logró gracias a su padre, Carlos Agurto Cortez. Él tiene 99 años, ha leído toda su vida. De hecho, hasta el 2019, dedicaba casi tres horas de su día solo a leer cada una de sus páginas. “Era su rutina, ahora como tiene dificultades para ver, lo lee aunque ya no todas sus secciones. A veces opta por los titulares, las fotos, las notas más grandes. En la familia hablamos mucho de las noticias, de lo que se publican. Leemos de cabo a rabo”, reconoce.

Para Agurto, este premio es sobre todo un reconocimiento al gusto de leer y mantenerse informado de su padre. “Este premio es compartido, es prácticamente suyo”, detalla un día antes de que lo reciba en su hogar. Ayer, que lo hizo, recién le comunicó a su papá la noticia. La emoción fue doble.

El sorteo, el primero de muchos que se harán los 15 de cada mes, se realiza entre los suscriptores de EXPRESO (de la versión impresa y digital). El único requisito para participar es mantener su suscripción activa y estar al día en los pagos.

Agurto, quien jamás pensó ser una de las beneficiadas, asegura que el regalo llega en un momento oportuno.

“Ahora que la situación se está poniendo nuevamente difícil y que se habla de permanecer más tiempo en casa, una herramienta tecnológica de esta magnitud, le viene bien a cualquiera, porque te distrae. Te ayuda a vivir mejor un confinamiento. Yo no salgo, mi familia tampoco lo hace, somos precavidos. Pero esto sin duda, es un gran soporte. Uno inesperado”, piensa.

“EXPRESO ha estado al tanto de todo y necesitamos que siga así, como lectores esto es importantísimo. Nos urge que siga hablando de lo que requieren los barrios y la ciudad, y la población ecuatoriana, como es el caso de las vacunas. Es fundamental que se siga hablando del coronavirus y de la necesidad de las vacunas. Hay que seguir martillando en ese tema. Solo así, inmunizados, podremos levantarnos como anhelamos...”.