La noche del 28 de diciembre, la Policía Nacional llevó a cabo varios operativos de control y prevención contra la comercialización y distribución de pirotecnia ilegal, donde se requisaron 3.000 camaretas artesanales en distintos sectores de Guayaquil y Durán.

A decir de las fuerzas del orden, estos productos representan un alto riesgo para la seguridad tanto de quienes la fabrican, como de quienes lo manipulan, que por lo general son niños y adolescentes durante las fiestas de diciembre.

La intendenta a cargo del caso, María Sánchez, detalló que estos objetos encontrados fueron hallados en los sectores de Florida, calle 6 de Marzo y 9 de Octubre, en Guayaquil; y también en el cantón vecino de Durán, donde se encontraron 9 unidades de voladores, 9 gruesas de camaretas, 35 docenas de camaretas, 142 unidades de camaretas.

Agrega que no se registró ningún detenido, pues la mercancía encontrada estaba escondida en lugares señalados. Estos objetos luego fueron entregados al Grupo de Intervención y Rescate (GIR) para su destrucción.

Según la ciudadanía, hay quienes se mantienen a favor del uso de camaretas, pero hay padres de familia preocupados por el uso de las mismas y las consecuencias físicas que puede traer a las personas, en especial a los menores de edad.

“Hace poco, una familia tuvo que pasar una triste Navidad porque su pequeño perdió la mano. Si seguimos sin control en las calles, no solo los niños podrían ser víctimas de estos juegos”, comenta la ciudadana Jennifer Orozco. 

“Menos de una semana del caso del niño que perdió la mano y también una casa explotó por andar haciendo estos juegos pirotécnicos, si no paran pueden tener el mismo destino y no solo matarse ellos, sino hacerle daño a las casas aledañas”, reclama.

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