Contrastes. Este sábado fue el segundo día de la peatonalización en cuatro calles del centro de Guayaquil, donde una vez más se evidenció el desorden, la informalidad y el intenso tráfico, pero se destacó la variedad y buenos precios que se ofreció a los clientes que salían satisfechos con sus compras, según reconocieron los visitantes.

“Todo está a buen precio, encuentro variedad de cosas y todo en el mismo sitio, no tengo ni que caminar mucho. Esto ha facilitado las compras para todas las personas”, comentaba Luisa Flor, quien llegaba junto con sus dos hijos desde Los Esteros para hacer las compras navideñas.

“Dentro de todo el desorden, al menos he podido ver a policías dando vueltas, esperemos que no ocurran problemas y la gente pueda seguir disfrutando de las compras. Aún pienso que esto se debió organizar mejor, pero bueno, es lo que tenemos”, opinó la ciudadana, quien caminaba a lo largo de la calle Cacique Álvarez.

Sin embargo, el desorden y la presencia de decenas de informales fuera de las carpas se mantuvieron. Pese a que la idea era darles un espacio a 890 comerciantes autónomos no regularizados para mantener la Bahía ordenada, aquello no se cumplió, ya que otros comerciantes ambulantes deambulaban incluso en los pasillos de la feria ciudadana, lo que hace que se forme el caos entre los comerciantes y los compradores.

Otra de las dificultades que se repitieron fueron las largas filas de vehículos, debido a que las vías se encontraban cerradas.

“La calle Olmedo y la Chile son un relajo. Las calles cerradas muchas veces sirven hasta para parquear, con la zona ocupada, se vuelve todo un lío”, comentaba el taxista Daniel Coloma, quien demoró 40 minutos en avanzar apenas 5 cuadras.

La feria se mantendrá operativa hasta el próximo 31 de diciembre. La ciudadanía espera orden en los días que vienen.

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