
¿Se normalizó el día a día en la Bahía? Cuál es el panorama con presencia militar
Comerciantes revelan que las ventas han disminuido durante las últimas semanas. La policía realiza operativos
El atentado con artefactos explosivos ocurrido el pasado 3 de junio en el sector de La Bahía, en pleno centro de Guayaquil, continúa generando consecuencias negativas para el comercio local, uno de los principales motores económicos de la zona.
Aunque tras el ataque las autoridades, tanto del Municipio de Guayaquil como de la Gobernación del Guayas, han realizado múltiples recorridos y acciones de control, los comerciantes aseguran que el temor persiste y que las ventas han caído drásticamente.
Comerciantes sienten que operativos no son suficientes
"Las ventas han bajado por la sensación de inseguridad que aún domina el sector. Es cierto que las autoridades han venido y se nota la presencia policial, pero el miedo sigue ahí en los clientes", explicó el abogado Franklin Coloma, quien reconoce que las acciones implementadas hasta el momento han sido útiles, pero aún insuficientes.
"Es positivo que se impulse el comercio, como lo ha hecho la gobernadora Rovira, pero necesitamos más apoyo. Esperamos que el Municipio también se sume con campañas publicitarias que incentiven a los ciudadanos a volver. Recuperar la confianza tomará tiempo", añadió.
Para Carlos Bolaños, comerciante informal, esto ha provocado que muchos comerciantes migren de algunas zonas. "Muchos han preferido ir a otras zonas de Guayaquil por el miedo a las extorsiones. Esas son las consecuencias de la situación", dijo Bolaños.
Extorsiones continúan pese a los controles
Actualmente, se observa presencia constante de policías y militares patrullando las calles de La Bahía. No obstante, según información recopilada por EXPRESO, las extorsiones no han cesado en ciertos puntos críticos del sector, como las intersecciones de Ayacucho con Chimborazo, Ayacucho con Eloy Alfaro y otras zonas aledañas.

Ciudadanos aún se sienten inseguros
La percepción de inseguridad también afecta a los consumidores. Amílcar Montaño, visitante habitual del centro, comentó: "Realmente esto no nos da garantías. Aunque hay uniformados, igual siguen extorsionando. Antes uno venía con confianza, ahora hay que andar con cuidado y evitar ciertas calles".
Por su parte, Miguel Gavilánez, padre de familia, señala que ya no frecuenta el centro como antes. "Antes venía aunque sea a mirar qué comprar, ahora prefiero hacer todo por internet. Me da miedo que estalle una bomba mientras estoy haciendo una compra", expresó con preocupación.
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Exigen vigilancia nocturna y medidas sostenidas
Los ciudadanos hacen un llamado a las autoridades para que los operativos se mantengan de forma constante, especialmente durante la noche, cuando, según denuncias, grupos delictivos aprovechan para dejar panfletos con amenazas.
Tanto comerciantes como visitantes coinciden en que el centro necesita no solo seguridad visible, sino acciones contundentes y sostenidas que devuelvan la confianza a una de las zonas comerciales más emblemáticas de Guayaquil.
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