Carlos López estaba a escasos 30 metros de distancia cuando observó que pedazos de madera y cemento que se desprendieron del techo de una casa aplastaron a una persona. Asustado corrió a ayudar a la víctima, sin imaginar que se trataba de su sobrina María de Lourdes López Freire, de 48 años. Ocurrió la mañana de este 18 de septiembre, en las calles 13 y Letamendi, suburbio de Guayaquil.

“Mi familia está pasando duros momentos, un ñaño de mi sobrina está en terapia intensiva, ellos eran tres hermanos, el mayor murió hace más de 20 años y el otro está hospitalizado, no se le puede dar esta noticia porque lo mataría”, lamentó Carlos.

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María de Lourdes era testigo de Jehová y regresa de predicar cuando le cayó parte del techo del inmueble. Su muerte se produjo a los pocos minutos.

La Dirección de Justicia y Vigilancia colocó sellos de paralización en la edificación.

José Andrés Arévalo, comisario primero del Municipio, explicó que se paralizó la obra ya que no contaba con permisos, ni el registro de construcción que debió solicitarse a la Municipalidad de Guayaquil.

“En este momento hemos procedido a realizar una inspección técnica y hemos verificado que efectivamente no cuenta con ningún permiso para poder ejecutar (la construcción) y también hay una posibilidad de riesgo para quienes habitan allí”, refirió el funcionario.

Tras la inspección fueron desalojadas las familias que residían en la vivienda, pues el lugar representa peligro ya que en la segunda planta el techo y las paredes, de construcción mixta, están en mal estado, dijo la autoridad.

Hasta el sitio llegó la Policía Nacional y el Benemérito Cuerpo de Bomberos, quienes procedieron a la atención del caso. Otra mujer resultó con heridas en la cabeza.

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