Guayaquil

Municipio condecoró al líder comunitario del Barrio del Salado

Gustavo Rivadeneira recibió un reconocimiento por sus 12 años frente a un barrio del centro de Guayaquil

Gustavo Rivadeneira
Entrega de reconocimiento a Gustavo Rivadeneira por labor comunitaria.Cortesía

Los vecinos del barrio del Salado, situado en el centro de Guayaquil, coinciden: la gestión de su líder barrial, Gustavo Rivadeneira Romero, los une cada diciembre en una cena navideña. Además, tras insistentes pedidos, él ha hecho que la Policía aumente sus patrullas en ese sector y que la Municipalidad instale cámaras en algunos puntos para registra los delitos. También ha llevado al Cabildo, varias veces, la necesidad de que se ilumine la avenida 9 de Octubre y otras calles aledañas para que se forme una ruta turística nocturna y segura, desde el Malecón 2000 hasta Guayarte.

Protesta urbanización

Moradores de Victoria Club exigen la entrega de sus títulos de propiedad

Leer más

Estos esfuerzos, que por 12 años consecutivos han tenido rostro, el de Rivadeneira, hoy son reconocidos por el Municipio de Guayaquil, que condecoró su labor. El evento se desarrolló la semana pasada en el Salón de la Ciudad y responde a uno de los tantos eventos que hace el Cabildo para destacar a líderes sociales, barriales y gestores culturales.

Rivadeneira es el fundador del Comité de Moradores del tradicional Barrio Patrimonial del Salado ubicado en el centro de la ciudad. Entre sus profesiones, es comunicador social, gestor cultural y docente. También ha sido parte de la Casa de la Cultura. Pero sin duda, su mejor labor y por la que ha sido exaltado, es por ayudar a buscar soluciones a los problemas de la comunidad, que, por cierto, han sido registrados por EXPRESO. Además de su barrio, este líder comunitario colabora con otros sectores residenciales de Guayaquil, Durán y Samborondón, con su mediación entre los habitantes y la Policía, organizando reuniones.

“Esta labor, de líder comunitario, es complicada, porque nos esforzamos por buscar las soluciones al barrio y hay vecinos mal agradecidos. Por ejemplo no cumplen con los horarios de recolección, pese a que luchamos por eso. Sin embargo, ver los resultados de ese esfuerzo y que la mayoría de vecinos se sientan bien y reconozcan aquello, es lo que me motiva. Ahora me llaman de diferentes ciudadelas y barrios, como la Isla Mocolí, Ceibos y Los Esteros, para encontrar solución a sus problemas de inseguridad, sobre todo. Yo les ayudo gestionando a que la Policía llegue a su sector, sin remuneración y sin esperar nada a cambio”, detalló.