Jonathan Guale, morador de Colonche, en la provincia de Santa Elena, se sintió optimista al observar la presencia de Charles-Michel Geurts, embajador de la Unión Europea en Ecuador. El extranjero acudió hasta el sector peninsular para conocer de cerca la obtención de miel de abeja en las fincas de los comuneros.

“Hemos esperado este momento desde hace mucho tiempo. Nuestros ancestros deben sentirse orgullosos de que la miel de abeja que ellos nos enseñaron a extraer, ahora se podría vender en Europa”, comentó Guale.

El comunero fue uno de los presentes cuando la autoridad internacional acudió hasta el centro de acopio en la población ‘Las Lomas’, local en donde se ejecuta el envasado técnico del producto. Allí también se procede a la elaboración de cremas y turrones que son derivados de miel de abeja.

“Fantástico”, exclamó el extranjero al saborear uno de los dulces que le ofrecieron. Luego con atención vio cómo los apicultores operan las máquinas en donde se ubica el producto para el embotellado que va con sellos de registro sanitario.

“Todo me parece bien, existen normas de higiene que son importantes. Estamos interesados en comprarles el producto. Mi llegada es para conocer más de cerca cómo manipulan la miel”, refirió el embajador.

Por décadas, muchas familias peninsulares se han dedicado a la obtención de miel de abeja, y de a poco la actividad que data de siglos pasados se ha empezado a tecnificar. Pero la obtención de la miel pura, pese a los avances, sigue siendo similar como en sus inicios. Allí el producto, advierten los comuneros, sale mucho mejor.

Las colmenas de forma silvestres están en los árboles de las fincas de los campesinos y a estas se le coloca unas cajas sin afectar la acumulación de las abejas; el proceso natural empieza con la floración de las plantas que se tiene en cada una de las posesiones.

“A mayor número de plantas, mejor producción de miel. Las abejas trabajan solas, esto es parte de la maravilla que tiene la naturaleza”, refirió Mateo Lima, otro de los habitantes de Colonche, dedicado también a la actividad.

El nuevo centro de acopio y procesamiento, denominado ‘Miel Esperanza’, acogerá a más de trescientos apicultores de las parroquias de Colonche, Julio Moreno y Manglaralto. Estos han recibido capacitaciones por parte de los técnicos del área de fomento productivo de la Prefectura de Santa Elena, que fue la institución que conectó a los artesanos con la Unión Europea; a fin de que su mano de obra y producto peninsular pueda atravesar fronteras.

Los especialistas en medicina natural de esta provincia señalan que los elementos que contienen la miel, no se lo puede hallar en ningún otro alimento. La miel es quizás la más deliciosa, sus azúcares simples son fácilmente asimilables por el organismo y le confieren un valor energético muy elevado

Dentro del mercado local, la miel es utilizada por sus condiciones curativas y también dentro de las recetas tradicionales de comidas y postres; los consumidores prefieren el producto más natural y que dure más tiempo. Los apicultores señalaron que mediante sus experiencias se vende en mayor cantidad el producto envasado en frascos de 250 gramos. JLC