Los 166 658 profesores que trabajan en planteles fiscales del país todavía no han recibido su sueldo correspondiente al mes de julio. Por eso, este miércoles 26 de agosto, decidieron salir nuevamente a las calles para reclamar sus derechos.

El punto de concentración fue los exteriores del colegio Vergeles, ubicado en el sector del mismo nombre, norte de Guayaquil. Allí llegaron con carteles y cacerolas vacías que hicieron sonar como parte de la protesta.

Los maestros, agrupados en la Unión Nacional de Educadores (UNE) Guayas, indicaron que hasta la fecha sus cuentas continúan vacías a la espera del pago del sueldo del mes de julio. También manifestaron que han visto reducidos sus ingresos, pese a que ahora y desde casa trabajan más horas que antes.

“No tenemos recursos para las necesidades familiares ni para cancelar el servicio de internet con el que damos clases virtuales desde el 1 de junio pasado, cuando se inició el año escolar en el ciclo Costa”, recordó el maestro Pedro Delgado.

Debido a las pérdidas económicas producidas por la pandemia mundial de la COVID-19, en mayo pasado el Gobierno dispuso la reducción de la jornada laboral y salarios al sector público. En el caso de los docentes, esto significó una hora menos de trabajo que conllevó una reducción de 8,33 % mensuales en su sueldo.

A los docentes también les preocupa el posible retorno a las aulas sin las debidas medidas de bioseguridad. “La mayoría de planteles no está listo para recibir a los niños y maestros. No están adecuados ni fumigados y muchos siguen cubiertos de maleza”, manifestó Hilario Beltrán, presidente de la UNE Guayas.

Jorge Escala, dirigente del gremio, dijo que “ya no hay tienda que le fíe al maestro. Tampoco hay plata para parar la olla. ¿Cómo quieren que el profesor sobreviva?”, cuestionó.

Los maestros indicaron que las protestas continuarán hasta que se les cancelen sus haberes.