El corazón de la ciudad, como anhela verlo siempre la ciudadanía, permaneció vivo: con gente que iba y venía, reía sobre sus calles, se detenía a fotografiar su espacio y a convivir...

Este 7 de octubre, por las fiestas octubrinas, la Plaza de la Integración atrajo a decenas de visitantes, locales y turistas, que se reunieron en ese punto para festejar a Guayaquil, pero de la mano de la comunidad afro, que al sitio no solo llevó su música, también su sazón. Hubo una variedad de encocados, solo por citar un tipo de plato.

La actividad, organizada por la Universidad de las Artes y el Municipio, atrajo a ciudadanos como Laura Moreno, quien habita en La Saiba y aseguró que solo en las fiestas tiende a salir a caminar por el centro porque lo ve lleno.

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“Perdí la costumbre de recorrerlo por lo desolado que está. Si gran parte del año estuviera lleno de risas y caminantes, recuperaríamos nuestra identidad y las ganas de convivir”, reconoció. 

Arnaldo Macías, quien habita en la ciudadela Kennedy, también estuvo en el lugar acompañado de sus nietos. Arnaldo había armado un paseo en el Malecón, que culminaría con un almuerzo en la calle Panamá. Sin embargo, el sonido de las marimbas atrajo a su familia a la plaza, donde se dedicaron a grabar video y 'picar'.

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"Amo las tongas y aquí hay una deliciosa de pollo. ¿Qué mejor manera que celebrar a Guayaquil comiendo? Esto es lo que necesitamos para nuestra ciudad: cultura, arte, fiesta... Solo así se respira paz. Esto feliz", reconoció Valentina, la nieta de Macías. 

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