El fuerte invierno de este 2023 que ha afectado de gran manera a la provincia del Guayas, no solo deja a Guayaquil como una de las ciudades más afectadas, sino también a La Puntilla, del cantón Samborondón; una de las zonas más exclusivas de la provincia, como una grave damnificada, pese a la cantidad de recursos que se manejan en el cantón. Ahora, la posible llegada del fenómeno de El Niño preocupa a sus residentes y visitantes.

Durante los últimos meses se ha evidenciado las falencias de La Puntilla, que con lluvias constantes, aunque no sean fuertes, ha mostrado que puede llegar a inundarse en un abrir y cerrar de ojos. “Aquí con cualquier lluviecita nos inundamos. Por ejemplo toda la entrada de Ciudad Celeste se llena completamente de agua, y esto provoca que se queden vehículos dañados y se forme mucho tráfico que nos complica a todos”, explica Karla Ortega, una moradora de la etapa La Península, que comenta que las inundaciones vienen cada vez y más fuertes, pero ahora el posible anuncio de El Niño le preocupa. “Me da mucho miedo lo que pueda pasar con nosotros porque podemos hasta quedar bajo el agua. Si con poca lluvia nos inundamos, con El Niño todo podría ser peor”, dijo, añadiendo que considera que debe hacerse más inversión en el tema.

“Con tanto dinero que ingresa al Municipio no deberíamos tener estos inconvenientes. Debe hacerse algo para que no sigamos inundándonos. La falta de planificación y las lluvias nos tienen muy preocupados. Debió haber un plan emergente hace años”, exclamó la residente, quien asegura que en zonas como Entre Ríos, Los Arcos y El Tornero la situación se replica.

Pero, ¿por qué ocurre esto en La Puntilla y cuál sería la solución para evitar que con la llegada de El Niño todo empeore?, consultó EXPRESO a un grupo de especialistas en el tema.

Para Félix Cabrera, ingeniero y especialista hidráulico, la razón por la que Samborondón fácilmente queda prácticamente bajo el agua es la crecida del río que termina provocando mayor inundación. “El problema fundamental es que en La Puntilla se interceptan el río Daule y el Babahoyo, y como el río Babahoyo tiene mucho más caudal se produce el efecto remanso, es como si una pared de agua detenga la velocidad del agua del río Daule y por eso se produce la sedimentación en ese punto y ahí hay una sobreelevación y el río se desborda”, explicó.

Para Cabrera, el dragado sería solo una solución momentánea, pero no integral. “El dragado solo sería una solución parcial porque el río siempre tendrá ese problema, es decir el dragado deberá ser permanente. Otra solución viable podría ser poner estaciones de bombeo en los canales primarios que están en el río. Para que cuando haya lluvia con la crecida del río, automáticamente se enciendan y disminuya las inundaciones”, explicó.

Mientras tanto para el especialista Jacinto Rivero hace falta más planificación para lograr acabar con el problema. “Es necesario hacer un plan maestro de control de inundaciones que se preocupe por el agua que baja por los ríos, la influencia de la marea, la lluvia que cae sobre el sector y los procesos de sedimentación normales que tienen los ríos Guayas, Daule y Babahoyo. Esto también debería aplicarse en Guayaquil”, consideró Rivero, quien hace un llamado a las autoridades a trabajar mancomunadamente. “Debe participar el Gobierno Central, la Prefectura y el Gobierno Seccional de Samborondón, todos son los responsables. El problema cada vez es más grave y con el fenómeno de El Niño sería peor”, sentenció el especialista.

EXPRESO consultó sobre esta situación al Municipio de Samborondón, que desde la dirección de comunicación respondió que “las descargas fuertes de los ríos obstruyen los canales de aguas lluvias, ya que son superiores a las cargas de presión normales. Lo que provoca la subida de aguas y sólidos a los sumideros; sin contar que el problema de sedimentación afecta al sector mientras no se realice el dragado”, explicó.

Sobre los trabajos que se realizan para evitar las inundaciones, argumentó que el Cabildo realiza acciones para reducir las afectaciones que se producen en la época invernal, “con limpieza de canales a nivel cantonal, recolección de maleza y limpieza de muros para evitar obstrucciones de los sumideros”.

Que también, desde Amagua se ejecutan trabajos de limpieza de sumideros, alcantarillas y zanjas, defendió. Sin embargo, para los moradores eso no es suficiente y tampoco es una razón.

“Por favor, si La Puntilla es casi que Venecia. Con dos gotas de agua se forman pequeñas olas en Ciudad Celeste. No es solo el clima. Aquí están buscando excusas, tal como pasa en Guayaquil. Esto responde a la falta de un plan preventivo y punto. El problema es que nadie llama la atención al Cabildo y pues la Asamblea, como siempre, en silencio”, señaló Emilio Rendón, de Ciudad Celeste.