La tradición la empezó David León hace 28 años, quien solamente quería lucirse en el vecindario y realizó varios monigotes. Actualmente son más de 20 integrantes de la familia León que durante casi todo el año se dedican a la realización de los populares ‘años viejos’ en las calles García Moreno y Oriente, sur de la ciudad.

David cuenta que su afán no era ganar dinero, pero luego se dio cuenta de lo que representaba económicamente. “La primera venta fue sin querer. Tenía una tortuga ninja que hice para quemarla con la familia y me insistieron en comprármela hasta que la vendí. Luego ya empecé a hacer más, y mis tres hermanos empezaron ayudándome y luego de unos años se unió toda la familia. Hoy somos más de 20 dedicados a esto”, relata David; quien también se dedica a la venta de cangrejos durante algunas partes del año, pero su pasión es crear monigotes. “Aquí nos encargamos de todo, unos pintan, otros trabajan en los acabados, otros colocan la fibra y otros se encargan de hacer el molde. Todos trabajamos para culminar a tiempo los muñecos.

EXPRESO llegó hasta la casa de la familia León, donde, como ellos la llaman es ‘La Fábrica de los Monigotes’. En el sitio, ubicado a pocas cuadras de Mall del Sur, se trabaja como si se tratara de una gran empresa. Cada quien enfocado en lo suyo con un poco de música ambiental. Cuando llega algún cliente a acercarse a los muñecos es Carlos León el encargado de dar la cara y los precios para que la venta se dé.

Carlos León, otro de los hermanos, da detalles de cómo se realizan los trabajos. “Al año hacemos entre 1.000 y 1.200 muñecos. Elaboramos los que están de moda y también bajo pedidos. En ocasiones viene hasta la gente de la 6 de Marzo a comprarnos a nosotros. Eso es buenísimo, nos confirma que hacemos un buen trabajo”, cuenta.

La zona donde trabajan es conocida como la ‘6 de Marzo pequeña’, ya que en esta época todas sus veredas se llenan de monigotes. “Varias familias de la cuadra se han animado y también sacan sus propias figuras para vender. Es una fiesta total con mucho colorido y comercio. Entre hoy y mañana más cuadras van sacando su exposición de figuras. Esto se vuelve una vitrina”, dice Carlos, quien se confiesa optimista con respecto al 2022.

Cecilia Cruz, residente, asegura que año a año crece más la fama del vecindario. “No somos artesanos, pero ya nos estamos animando a elaborar también monigotes. Cada vez viene más gente porque ofrecen buenos precios. Este año no será la excepción. Tengo una tiendita, así que me conviene que llegue mucha gente”, alerta.