Durán sale a las calles para pedir paz, seguridad y reactivación económica
Concejales, empresarios, comerciantes se unieron a una marcha que recorrió el centro del cantón
En sillas de rueda, a pie, bailando, en carro o en bicicletas, decenas de habitantes, comerciantes, empresarios y hasta autoridades del cantón Durán, salieron a las calles para pedir paz y seguridad, en una marcha autoconvocada por gremios sociales, económicos y la ciudadanía en general.
“Todos necesitamos esa paz para trabajar... queremos ese Durán reactivado económicamente”, pidió la concejal María Eugenia Barreiro, quien aclaró que la marcha blanca que recorrió la mañana de este 10 de junio, las principales calles del cantón ferroviario, no era política sino una necesidad para expresar lo que necesitan los habitantes, golpeados por la violencia criminal que ataca al país, además de la falta de agua potable a una parte de la población y de obras públicas.
El empresario Luis Alberto Cortez también decidió unirse al recorrido. “Hace año y medio decidí poner una sucursal de mi empresa en Durán, por el enorme crecimiento industrial que tiene el cantón, pero lamentablemente todo lo que se ha vivido en este año y medio es terrible, sicariato, mucha violencia”, señala el empresario como motivos que lo llevaron a unirse con amigos y concejales que participaron del recorrido, para pedir por la paz.
Desde las calles, los balcones, el mercado, los habitantes también se unían con banderas y camisetas blancas a la marcha, que partió desde la abandonada estación del ferrocarril.
Muchos coincidieron en el apoyo al actual alcalde Luis Chonillo, quien sufrió un atentado criminal el pasado 15 de mayo, cuando se dirigía a la primera sesión del Consejo Cantonal.
“Le pedimos al alcalde que se ponga firme, que la gente lo apoya, que no tema. Que la gente está con él. Estamos con coraje, pero con fuerza. Queremos ver a Durán progresando en una ciudad; hoy estamos en la nada, pedimos seguridad, trabajo”, resaltó la Carol Intriago, quien solicita además atención en las luminarias del puente, donde señala han existido muchos accidentes con fallecidos, entre los que cuenta a familiares.
En medio de la lluvia de pedidos, el paso de tres bastoneras que iban al ritmo de una banda musical llamó la atención por la pequeña Samanta, una niña que se abría paso con su propia cachiporra.
