Un grupo de maestros de distintas cantones de la provincia de Guayas, se concentraron este martes 19 de mayo en los alrededores de la Plaza del Centenario, en el centro de Guayaquil, para pedir que se los reubique en el magisterio fiscal.

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Ellos fueron desvinculados a finales de abril pasado, luego de trabajar en varias unidades educativas públicas bajo la figura de nombramiento provisional o contrato de servicios ocasionales.

No obstante, el Ministerio de Educación procedió a desvincularlos del magisterio para que esas vacante sean ocupadas por los ganadores del concurso Quiero Ser Maestro 6, un proceso de méritos y oposición por medio del cual obtuvieron el nombramiento definitivo.

Los manifestantes aseguran que se han quedado sin el sustento para sus familias, muchas de las cuales han sido víctima del COVID-19.

“Me quitan el trabajo en el momento más críticos que vive el país y que uno necesita dinero para afrontar gastos de alimentación y medicina. Tengo hijos que mantener y no sé cómo hacer”, manifestó Mónica Pérez, docente de un colegio de Durán, que fue desvinculada del magisterio.

Aurora Baque, de 55 años, también está preocupada. Dice que esta mala noticia le llegó en un momento en el que ella y su familia atraviesan duros momentos. “Estoy pasando los estragos del coronavirus y tengo a dos familiares que atraviesan la misma situación. El dinero que tenía lo he gastado en medicinas y ahora me he quedado sin trabajo y sin recursos”, se lamenta la maestra de Matemáticas, quien durante siete años laboró en el colegio Teodoro Alvarado Olea (TAO), tres, en el Martha de Roldós, y cuatro en el Fuerte Militar Huancavilca.

Algunos colegios particulares también han optado por despedir a sus docentes, ante la crisis económica que afronta este sector educativo.

En la Unidad Educativa Giuseppe Garibaldi, ubicada en el norte de la ciudad, alrededor de 30 profesores fueron separados recientemente.

De acuerdo con la versión de los afectados, la institución nunca les avisó acerca de esta decisión. “Me vine a enterar recién esta semana por un mensaje de texto del IESS en el que se me indicaba que para no quedarme sin aportaciones podía hacerlo de manera particular. Ahí empecé a averiguar y supe que me habían despedido, sin avisarme ni nada”, asegura uno de los docentes separados del plantel a quien no se le notificó de su despido.

Los extrabajadores de la institución educativa afirman que por aproximadamente tres meses no han recibido su sueldo y que tampoco se les ha pagado el décimo. Indagando un poco más, han descubierto que los directivos del plantel no han realizado sus aportaciones al Seguro Social desde noviembre del año pasado.

Es por ello, que para este miércoles 20 de mayo, los afectados tienen previsto realizar un plantón en rechazo a su despido de manera intempestiva, sin el debido aviso de salida y sin su debida liquidación e indemnización.