Tumbada por un motorizado que la arrolló cuando bajaba de un transporte público que se detuvo en media calle. Fueron las imágenes que hace dos semanas se hicieron virales en redes sociales del accidente de tránsito que sufrió una mujer en Guayaquil, donde las paradas de buses siguen siendo una opción y no una obligación.

“Los paraderos están por gusto. Los conductores siguen manejando con tiempos, por eso la prisa, a veces”, comenta el ciudadano Álex Acosta, quien asegura que ya ha tenido problemas con transportistas por no dejarlo en el paradero que queda a pocos metros de su vivienda, por las calles Esmeraldas y Aguirre. “Uno vive aquí. El otro día me dejaron por la 9 de Octubre (...) el conductor iba a exceso de velocidad”, cuenta el hombre.

Una situación que, la noche del sábado, provocó la muerte de una mujer, luego de que la motocicleta en la que viajaba como pasajera fue alcanzada por un bus de la línea 34, en las calles Gómez Rendón y Gallegos Lara.

Acosta recuerda que cuando se instalaron los modernos paraderos con wifi, enviaron hasta vigilantes para controlar que los buses recojan a los pasajeros en el sitio. Pero la medida duró “unos mesesitos y después como si nada”, reconoce.

Durante un recorrido realizado por un equipo periodístico de EXPRESO por varias calles de la ciudad, se pudo observar que tanto conductores como pasajeros incumplen, en su mayoría, la obligación de coger el bus en las paradas.

Para el pasajero José Severino, a veces influyen las facilidades, tanto de uno como del otro, al tomar la unidad. “Mire ahora, por ejemplo, el tránsito. A veces uno está en el paradero, pero los conductores se estacionan antes. Entonces uno debe correr donde para el bus o le coja la roja”.

Daniel Quimís, trabajador de un local de las calles Tungurahua y Clemente Ballén, asegura ser testigo de los accidentes que ocurren cuando los transportistas dejan a los pasajeros “donde quiera, en media calle”, a pesar de que a lo largo de esa vía hay paradas casi cada media cuadra. Según cuenta, esa situación y la presencia de semáforos que no están bien sincronizados ocasionan más tráfico, entre las 4 y 5 de la tarde, por la salida de los alumnos que ahora están en modalidad presencial.

Xavier Cabrera apunta a la falta de cultura de la ciudadanía, especialmente de los conductores. “Si fuesen estrictos en parar en los lugares indicados, la gente se acostumbraría, pero ellos paran donde les da la gana, entonces la gente baja y se sube donde sea”, dice, al ver que tampoco existe un control real de las autoridades de tránsito.

Campaña

El control durante un tiempo

El pasado mes de mayo, personal de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) inició una campaña sobre la importancia del uso de los paraderos, tanto a los usuarios, que eran obligados a caminar hasta las paradas, como a los conductores de la transportación pública, para que utilicen esas infraestructuras. Durante el mes se reforzaron los controles en algunos puntos de la ciudad, para verificar el cumplimiento,pero tras eso continuaron las paradas ‘al vuelo’.

Decrecimiento. Un 21 % bajó la participación de buses urbanos en siniestros de tránsito, en relación al primer cuatrimestre de 2021, según la ATM.