La pared de cemento y las rejas que cercan a la ciudadela Valdivia, sur de la ciudad, no han podido frenar la inseguridad que afecta a las 900 familias que habitan en los 28 condominios de 32 departamentos cada uno, en este programa habitacional del Seguro Social creado en 1987.

“Aquí roban y asaltan a todas horas. Estamos abandonados”, denuncia María Morán, quien reside en la zona desde hace 20 años.

Marcos Montalván, otro vecino, señala que a la ciudadela llegan personas de otros sectores para delinquir y causar temor. “Necesitamos control policial y patrullajes constantes, especialmente durante las noches, para tener un poco de calma”, reclama.

Roberto Mendoza, quien reside en la ciudadela hace 10 años, cree que es necesario la creación de un UPC cercano para dar a conocer alguna situación sospechosa que se presente en el sector.

Al problema de la inseguridad se suma el de la insalubridad, en parte por la falta de cooperación de los propios moradores. “Hay basura acumulada por todos lados. Hay vecinos que sacan los desechos de sus departamentos cuando el carro recolector ya ha pasado. Pero también hay gente que viene de otros lados a dejar los desperdicios en parqueaderos y esquinas de las calles”, denuncia Mercedes Cedeño.