La falta de espacios para el peatón estanca a Guayaquil. Una ciudad, que dicho por especialistas, ha priorizado al parque automotor e ignorado a la ciudadanía que camina incómoda, sin sombra ni espacio por las principales vías de Guayaquil, como lo publicó EXPRESO ayer. El peatón quiere ser tomado en cuenta.

“El sueño de nosotros es tener un centro de Guayaquil más transitable, donde se pueda caminar libremente por el bulevar 9 de Octubre y que poco a poco eso se replique en toda la ciudad”, asegura Dina Alvarado, ciudadana y docente guayaquileña que propone nuevas alternativas para darle prioridad a los peatones y hacer una ciudad más transitable.

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EXPRESO conversó con líderes barriales,    arquitectos, urbanistas y ciclistas para plantear soluciones para lograr tener una ciudad más amigable.

El arquitecto Brick Reyes, urbanista y catedrático de la Universidad de Guayaquil,    apunta a que para alcanzar ese fin hay que planificar y bien,    no a medias. “La falta de planificación    es lo que tiene a Guayaquil así. Se debe pensar en un conjunto sistémico integrado por varios puntos: parque automotor, circulación vehicular, sección de las vías, espacios destinados a peatones con calidad, áreas residenciales, comerciales, ciclovías...”, comentó el catedrático universitario que considera la mala planificación ante el exceso de vehículos, uno de los principales obstáculos a vencer.

“El crecimiento automotor ha asfixiado las vías de la ciudad, especialmente en el casco comercial”, considera.

El arquitecto Ricardo Cajape, quien reconoce que el peatón ha quedado de lado, apunta a mejorar    el diseño de las vías y el diseño de transporte, además de poner en marcha nuevas alternativas para movilizarse. “Se debe realizar una ejecución urbana adecuada. Peatonalizar la 9 de Octubre, como se ha planteado y prometido ya varias veces, y fortalecer nuevas formas de transportarse, como por ejemplo a través del río. Darle vida sería un gran alivio para el tráfico en el centro”, piensa el especialista,    quien hace énfasis en la necesidad de que se implementen piletas, paredes verdes, paneles solares en zonas aledañas al parque Centenario y al Malecón 2000; además de pérgolas que cubran al peatón en toda la ciudad del sol.

Respecto a este último punto, ciudadanos como Daniel Guerrón hablan de la urgencia de traer de vuelta la idea de construir soportales. “Son una pieza hermosa y hoy los motociclistas lo usan para invadir la acera y poner en riesgo al caminante, cuando estos son ideales para proteger del clima al ciudadano y para reunir a los vecinos y familias. Traerlos de vuelta    sería ideal”, alega.

Para Rebecca Vera, líder barrial de Sauces, estas acciones podrían replicarse en otras zonas, donde resulta imposible caminar. “La 9 de Octubre quedaría hermosa peatonalizada y rodeada de locales que atiendan en la vereda con las personas caminando, tal cual como ocurre en las grandes ciudades del mundo”. Vera apunta a que la obra estructural debe venir acompañada con una mejora en la cultura del guayaquileño. “Esto no solo es de construir sino también de cuidar. La gente debe mejorar la cultura también y así podrá durar más lo que se haga”, puntualizó.

Este comentario lo comparte Ivonne Pinzón, líder de la ciudadela 9 de Octubre, que sugiere transformar y mirar también a los barrios del sur . “En nuestra ciudadela tenemos calles anchas. Se puede aprovechar mejor el espacio y poner jardineras y bancas para todos. Hay mucho por hacer, pero se debe pensar más en peatones y ciclistas”, sentenció Pinzón, que se emociona al soñar con un Guayaquil más inclusivo.

Para el urbanista y experto en transporte y movilidad, Carlos Jiménez, la reconstrucción para un Guayaquil transitable debe venir por etapas. “Se puede empezar en la avenida 9 de Octubre, luego en todo el centro y después ir a Urdesa, Kennedy, Garzota y así sucesivamente. La idea es muy buena. Guayaquil debe verse en el espejo de las ciudades que han progresado”, opinó Jiménez, quien cree que el trabajo en conjunto de los alcaldes es muy importante.    “No debe ser solo Guayaquil. También debe unirse Samborondón, Daule y Durán. La labor debe hacerse en conjunto”, aseveró.

Para Fernando Huamán, morador y líder barrial de La Puntilla, hay mucho que hacer en Samborondón, una zona que ha sido constantemente criticada por la falta de aceras y de sombra.

“Para promover la movilidad sostenible, sugiero la creación de nuevos pasos peatonales    y    la finalización de la ciclovía a lo largo de los 10 kilómetros de la avenida principal (ida y regreso). Este enfoque busca proporcionar opciones seguras y accesibles para ciclistas y peatones, contribuyendo así a la reducción del tráfico vehicular”, propone Huamán.

Al mismo tiempo, Daniel García, del movimiento de ciclistas Masa Crítica, apunta a una transformación completa en las vías que ocupan los ciclistas. “ Se debe darle mantenimiento a las ciclovías, colocar más señalética y semáforos. Hay kilómetros de    ciclovías pendientes por construir desde hace ya varios años. Aquí todo sigue igual con nosotros. Como los peatones, los ciclistas nos sentimos en el olvido”, comentó.

Otra de las propuestas entre los consultados se centra en arborizar las arterias principales de la ciudad y llenar de murales y mobiliario urbano a los callejones más transitados de la urbe.

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