La fuerte lluvia que soportó Guayaquil por 15 horas no solo ocasionó la caída de árboles, viviendas anegadas y colapsos estructurales. A la lista se sumó la pérdida de varias placas de vehículos al momento que rodaron por los sectores más afectados de la urbe.

Como si fueran anuncios publicitarios o propaganda electoral, las identificaciones vehiculares se exhiben en al menos dos zonas del norte. Están colgadas en los árboles y postes, con el propósito de que sus dueños pasen por allí y logren verlas y se las lleven.

Uno de los puntos es en el kilómetro 4,5 de la vía a Daule, en el carril norte - sur, cerca del centro comercial Los Robles. En el lugar, el comerciante Jorge Saltos y su esposa fueron quienes las recogieron en los alrededores. Las ubicaron en la vereda, recostadas sobre las hieleras donde almacenan sus productos, y en las horas en las que hay mayor tránsito vehicular las cuelgan de un poste de alumbrado público.

“El agua llegaba hasta las rodillas, entonces tuvimos que irnos. Al día siguiente (martes) vimos tres placas tiradas y llenas de lodo. Enseguida las agarramos para tenerlas aquí si alguien viene a buscarlas”, explicó el comerciante.

Ambos llevan nueve años vendiendo en esa zona del noroeste del Puerto Principal. Afirman que no es la primera vez que una tormenta pone a penar a los conductores con la pérdida de sus identificaciones automotrices. En estos años han encontrado unas 15 placas, acotan, sin contar las del lunes; de esas, dos todavía no han sido retiradas por sus propietarios.

Saltos comenta que, a pesar de que anteriormente les ha tocado soportar lluvias mientras trabajan, la de esta semana fue la peor de todas.

En otro punto, en el carril central de la avenida Francisco de Orellana, en sentido sur - norte, a unos 200 metros antes de la intersección con la avenida Rodolfo Baquerizo Nazur, otros cuatro rótulos metálicos aparecieron cuando el agua empozada se disipó.

Allí un grupo de vendedores de frutas y verduras, encabezado por Darwin Jiménez, las recogió para evitar que con una nueva lluvia se pierdan y las colgó en las palmeras ubicadas en medio de los parterres de la Orellana e incluso hay una de color naranja.

“Ojalá quienes las perdieron puedan verlas en los árboles, o que sus amigos o familiares les puedan avisar que las tenemos acá”, señaló Jiménez.

Pero estos puntos de la ciudad no fueron los únicos en los que se encontraron las placas extraviadas. A través de las redes sociales, diferentes usuarios reportaron haber encontrado más de ellas en otros sectores como Urdesa, Los Ceibos, la Alborada.

Además, la cuenta @Cupsfire_gye creó un hilo, que lleva más de 120 retuits, para que los usuarios informen y posteen estas novedades. La publicación también sirvió para que otros perjudicados suban imágenes de sus placas para ver si alguien las había visto en algún sitio.

En tanto que otros vecinos quisieron ponerlas a buen recaudo dejándolas en las Unidades de Policía Comunitaria (UPC). Ese fue el caso de los moradores e integrantes del comité de Los Ceibos, quienes se sumaron a la cruzada recogiendo las placas que hallaron en las avenidas principales.

“Nuestra directora, Renate Schenker, vive cerca del parque y salió a quitar las hojas y basura que tapaban las alcantarillas para que desfogue el agua y ahí se encontraron las placas”, comentó a Diario EXPRESO, Javier Rosero, presidente del comité de la ciudadela.

En la UPC, a juicio de los policías, llegaron al menos seis placas que fueron colocadas en la ventana, pero hasta la tarde de ayer solo quedaba una que sea reclamada por su propietario. Un escenario similar se evidenció en las unidades policiales del Centenario y 9 de Octubre.

¿Pero la lluvia es motivo suficiente para que la placa se desprenda del vehículo? Jaqueline Ludeña, ingeniera mecánica y presidenta del Colegio de Ingenieros Mecánicos del Guayas, subraya que la pérdida de las placas se da por la falta de mantenimiento a la fijación de este elemento.

“Hay unas que están puestas solo con remache y no tienen ningún anillo plano a la cabeza ni tuerca de seguridad, que son los elementos más seguros, pero casi nadie le da mantenimiento a esta fijación como se lo hace al sistema de suspensión, llantas o pintura”, acota Ludeña.

Ella precisa que el vehículo al estar en constante movimiento, se afloja cualquier perno o tuerca y por ello se debe tener en cuenta el mantenimiento de la fijación para evitar que se caiga la “cédula de identidad del vehículo”.