La violencia sigue cobrando vidas en General Villamil Playas, atrás quedaron los días de paz. Esta vez, siete muertes han sido reportadas en menos de 24 horas.

La tarde del pasado 6 de septiembre, dos hombres fueron acribillados a balazos, mientras se movilizaban en una camioneta de color rojo por el barrio Durán, en el norte del cantón. Las víctimas, Marlon Brandon Jordán y Boris Villón Yagual, fueron interceptadas por una moto en la que se movilizaban los dos ocupantes que les dispararon.

Marlon Jordán era pescador y regresaba de sus faenas de pesca y se dirigía a su domicilio en una camioneta fletera conducida por Villón, quien resultó ser una víctima colateral, según dijeron las autoridades.

• El cuerpo de Villón quedó sin vida en la cabina del vehículo, mientras que Jordán logró salir del carro, caminó unos metros y falleció sobre la vía.

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Parientes del pescador dijeron que su familiar era uno de los tantos pescadores artesanales que habían sido extorsionados en Playas, y pagan 30 dólares mensuales para que no les roben y les permitan trabajar, como publicó semanas atrás EXPRESO.

Cerca de las 20:30 de la noche, se reportó el crimen de otro ciudadano en la vía a Engabao, cerca de una gasolinera. La víctima, José Luis Bernal Ramírez, conocido como Caballo Loco, vivía frente al lugar donde lo asesinaron. Hasta el cierre de esta edición, la Policía investigaba la razón del crimen.

Pero a estos crímenes se sumaron los de los esposos Víctor Bohórquez Crespín y Mariela Yagual de la A, el de otro hombre que aún no había sido identificado; y el de otro pescador, asesinado también al estilo sicariato alrededor de las 14:30 de ayer.

Jhon Zapata, la víctima, regresaba a casa, en la ciudadela La Victoria, luego de pescar. Tras los disparos fue llevado al hospital, donde las autoridades comprobaron su deceso.

Frente a esta situación, la ciudad exige al Gobierno acciones inmediatas. Denuncia estar decepcionada de la forma en cómo se gobierna y la tibieza que tienen las autoridades para abordar esta problemática.

“Al presidente Guillermo Lasso no le importa más que su vida. Se ríe de los lutos que atravesamos y las muertes que afrontamos. Nadie ve que nos están matando. Es un infierno vivir en General Villamil”, sentenció Isabel Romero, habitante del cantón.

Según datos oficiales, en lo que va del año se han registrado ya 49 muertes violentas. Un número, a decir de la ciudadanía, nunca antes registrado.

“Playas era sinónimo de paz. Ahora es una pesadilla vivir el día a día. Si tuviera la oportunidad de irme, lo haría. Aquí solo corres el riesgo de perder la vida”, señaló Silvia Rosendo, habitante.

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