Desde hace más de dos semanas, unos cables cuelgan de un poste ubicado en el avenida Carlos Julio Arosemena y Las Monjas, norte de la ciudad.

Este panorama preocupa a quienes transita por la zona, ya que temen enredarse con ellos, caer y sufrir daños.

“Esta situación se ha vuelto un peligro y además afea el ornato de la zona”, indica Carlos Caicedo, quien labora a pocas cuadras del sector y a diario se topa con este inconveniente.

En otro punto de la ciudad, en Colinas de la Alborada, los residentes piden a la Policía incrementar las rondas, ya que los robos han aumentado en los últimos meses, al igual que la presencia de consumidores de drogas en los parques.

“Estamos cansados de vivir en zozobra por culpa del hampa. Los uniformados pocas veces recorren el sector”, se queja Yolanda Carpio, quien la semana pasada fue interceptada por dos antisociales que le arrebataron su teléfono celular.

Mientras, en la avenida de Las Américas, a la altura del Centro de Convenciones, preocupa el hundimiento y mal posicionamiento de una tapa de alcantarillado. Los conductores afirman que, por tratar de esquivarla, pueden impactarse con otros automotores.

En cambio, quienes habitan en Los Vergeles, se quejan por el ruido que hacen los vendedores ambulantes que ofertan sus productos con la ayuda de carretas y megáfonos. Esta situación se presenta durante la mañana. Piden solucionar el problema.