Uno tras otro. Los hechos sangrientos que se están desatando en el país, especialmente en Guayaquil, son más que evidentes en su origen por la atrocidad con la que se comete. El crimen organizado se desata cada vez más en las calles, como así lo advirtieron desde las cárceles, tras las masacres registradas en los últimos años. Pero, frente a ello, la ciudadanía no ve una respuesta contundente que combata con mayor rigor la inseguridad que se desborda por todos lados.

“Ya no se puede ni sentar tranquilo en un restaurante, para comer algo en familia, porque hay que estar viendo a todos lados, porque las balas llegan en cualquier momento por otros”, señala Víctor Mendoza, conductor. Se refiere al último hecho registrado en el restaurante Grilling, de la avenida José Joaquín Orrantia, en el norte de la ciudad. El fallecido, Ergys Dashi, un albanés de 34 años.

Las autoridades apuntalan cada vez esos crímenes a la “pelea de territorio por vender sustancias sujetas a fiscalización, droga”, como así lo reiteró el general Fausto Buenaño, comandante de la Zona 8 de la Policía (comprende Guayaquil, Durán y Samborondón), en una de sus últimas conferencias de prensa, en relación a tres asesinatos en el sur de la ciudad, el más violento.

¿Pero a qué se enfrenta no solo la Policía, sino la ciudad, un país, en esta guerra cruzada entre Choneros, Chone Killers, Lagartos?: a organizaciones narcocriminales provistas de armas bélicas, de alto poder, de alto alcance, como así lo ha reflejado la Policía tras las detenciones o allanamientos que ejecuta por los sucesivos crímenes que ocurren en la ciudad.

La mañana del viernes 21 de enero, horas antes de una noche de terror que terminó el día con 11 asesinatos en Guayaquil, 5 de ellos en el sector de la Playita del Guasmo; el general Buanaño daba información de la detenciones que se originaron por tres asesinatos en la cooperativa El Cóndor, en la misma zona.

En los allanamientos encontraron dos armas de fuego, una pistola, un revólver, una escopeta de fabricación industrial, una carabina industrial, una cartuchera; y 177 municiones, 165 de ellas de calibre 7.62, es decir de un arma larga, “un arma de guerra, se puede decir una munición de un fusil fall (...)”, describió el oficial, al añadir que eso y otras evidencias pertenecen a un grupo delictivo del sector y los baleados a otro. “Por eso les indicamos que esta pelea de territorio es por vender las sustancias sujetas a fiscalización, droga”, acotó.

En otra intervención, el coronel Washington Chugá, subcomandante de la zona 8, daba cuenta de la incautación de 27 tacos de dinamita. “Dentro de las labores de investigación entendemos que esto utilizarían con el fin de amedrentar a la ciudadanía y de pronto extorsionar”, mencionó.

En 2020, el Centro de Armas Guayas recibió 332 armas decomisadas por Policía y Fuerzas Armadas en las provincias del Guayas, Los Ríos y Santa Elena. De ellas, 244 fueron armas letales y 88 no letales. Adicional, ese año se decomisaron 500 municiones de diferente calibre, según información de la institución. Se resaltó que más del 96 % de las armas recibidas son de la provincia del Guayas.

Mientras, en 2021 hasta la presente fecha se han decomisado 122 armas: 98 son letales y 24 no letales, y 1.377 municiones. En noviembre del año pasado, la Dirección de Logística y su Departamento de Control de Armas procedió a la destrucción de 4.254 armas de fuego letales, 606 armas de fuego no letales.

Cambio de mando

El descontrol en las calles le cuesta el puesto a Varela

Tras los últimos hechos violentos registrados en Guayaquil, el presidente de la República, Guillermo Lasso, anunció este 23 de enero de 2022 nuevas medidas, y agradeció los servicios de la general Tannya Varela, comandante de la Policía Nacional. En su reemplazo el cargo lo asumirá el general Carlos Cabrera.

Tras un recuento de los resultados logrados en la lucha contra el narcotráfico, Lasso anunció la incorporación de 1.100 policías adicionales en Guayaquil, para reforzar las operaciones de seguridad, que estarán encabezadas por el viceministro del Interior, Max Campos, quien coordina además con las Fuerzas Armadas su presencia en las calles, desde las 17:00 de ayer.

También dispuso una suma de nueve millones de dólares del Presupuesto General del Estado para la policía que brinda seguridad en la ciudad, para la inversión en logística.

La alcaldesa Cynthia Viteri, quien estuvo presente en la rueda de prensa, añadió que propondrá a la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) solucionar la falta de alumbrado público en la ciudad, que genera inseguridad en ciertas zonas.