El brazo de mar conocido como ‘El esterillo’, ubicado al sur del malecón en Playas, es un punto de contaminación que ocasiona problemas en la salud y que genera múltiples quejas entre los usuarios que visitan las cabañas gastronómicas en el entorno asentadas.

El esterillo está atravesado por un puente por donde pasan los transeúntes y no hay uno que no lleve su mano a la boca y nariz cada vez que pasa.

Víctor Mero, habitante del sector, advierte que conviven con el problema hace 20 años, pero que nadie lo soluciona. “De vez en cuando la empresa Hidroplayas lo limpia y con maquinaria abre una zanja hacia la playa para que las aguas salgan y desemboquen en el mar, pero si bien esas aguas estancadas desaparecen, van a parar al mar, lo que resulta peor”, sentencia.

Mero sostiene que las viviendas que están alrededor del estero descargan sus aguas residuales en el lugar, por lo que son pocas las familias que tienen pozo séptico y el alcantarillado no lo tiene nadie.

“La contaminación llega por todos lados. La zona está fregada, pero nadie mueve un dedo por recuperarla”, se queja.

• A esto se suma otra situación. Los tanqueros, según denuncia la comunidad, descargan las aguas servidas que evacúan de los pozos sépticos de otros lugares del balneario.

“Hay malos olores todo el tiempo, fetidez. Siempre llegan por las noches a hacer esas descargas y todos lo saben, las autoridades, la gente, todos”, denunció Francisco Yagual, dueño de un comedor.

En el estero aún sobrevive una zona donde hay plantas, pero en la que aparecen muertos los peces, jaibas y cangrejos azules. “Esto es un problema de salud pública que está afectando la salud de los niños que se bañan en el estero. O bien se prohíbe, ya que ingresan al lugar o lo descontaminan. Estamos perdiendo un espacio que podría ser incluso una atracción turística. Todo está mal en Playas. Nadie preserva nuestro ecosistema...”, agrega Lina Rosero, ciudadana.

Un funcionario de la dirección municipal de Medioambiente, quien pidió la reserva de su nombre, reconoció que el problema es histórico, de al menos nueve año, y que ya envió un informe a Hidroplayas comunicando del problema, al que no le han dado seguimiento.

En junio pasado, la coordinadora municipal de Medioambiente, Karen Lindao, dijo a EXPRESO que junto a Hidroplayas empezarían a hacer los correctivos necesarios y aplicarían sanciones a quienes tengan conexiones clandestinas que afecten al estero, pero hasta entonces nadie ha hecho público qué ha pasado.

• Este Diario se volvió a comunicar con Lindao, vía telefónica, para saber cuántas sanciones se han emitido y qué correctivos han tomado, pero la funcionaria se limitó a decir que no podía hablar en el momento.

Moradores del barrio San Jacinto, que colinda con el cuerpo de agua, también se quejan de los malos olores. Que los niños presentan una serie de afecciones a la piel y alergias, denunciaron.