Desolador. Desechos de botellas plásticas, redes de pesca, pedazos de cañas, troncos. Es lo que acumula la playa de la comuna Bellavista, en la Isla Puná, considerada por la Policía Nacional como el único Circuito del Distrito Sur de Guayaquil, en la Zona 8, que no reporta delitos.

Es uno de los balnearios naturales que tiene la isla de paz, cuyos habitantes se consideran sanos y tranquilos, pero no descartan que existen incidencias delictivas en menor grado, de los hechos que ocurren en la Perla del Pacífico; sin embargo, destacan el olvido y abandono en que se encuentran sus comunidades, como la Bellavista; una de las entradas que tiene Puná, a 25 minutos en lancha desde la parroquia Posorja, al sur de la urbe guayaquileña.

Un sitio que para algunos comuneros es tomado como punto de trabajo para armar o reparar embarcaciones y que se llega por agua o por un puente de metal color blanco corroído por la salinidad del Golfo. Un lugar que se vislumbra como un paraíso, pero está anclado en el olvido.

“Los turistas llegan a veces en lancha, ven la playa sucia y se van”, cuenta Patricia Anastacio, quien la tarde del 15 de septiembre salía de la isla para Guayaquil. Los pocos visitantes prefieren ir a Subida Alta, otra comuna donde han decidido apostarle al turismo, comenta la mujer.

Pero hay quienes disfrutan a sus anchas del balneario: una familia de acémilas que se pasea libremente en busca de alimentos, en medio de los desechos que se observan en la playa y a los costados de la comuna, que muestra además un deterioro en las cabañas asentadas en el sitio.

Los habitantes aseguran que se hace limpieza en la playa, pero a diario la marea deja tras de sí el rastro de una falta de cultura ambiental, en cuanto al desecho de envases no biodegradables que se quedan en la orilla y ramales.

En el Día Mundial de las Playas, el Municipio de Guayaquil informó que recogieron 1.066 desechos sólidos, plásticos y vidrios en las playas y el manglar de las comunas costeras de Bellavista, Estero de Boca, Cauchiche y Subida Cerro Paraíso, sur de la isla Puná.

Pero a la basura que se genera en la zona se suma otro problema que impide llegar a la playa de Bellavista. El puente de metal que conduce al sitio y que fue construido en la época de la Revolución Ciudadana se deteriora por la corrosión.

Los comuneros han optado por encadenar la entrada, para evitar que transiten especialmente las motocicletas. “Ya ha habido accidentes. Los carros van a exceso de velocidad porque aquí no hay control, es una polvareda. En todas las comunas les permiten que circulen los niños en motos y carros”, señala con resignación Anastacio, lo que fue corroborado por este Diario en un recorrido realizado en la comuna Campo Alegre, donde menores de edad transitan libremente en motocicletas, colaborando con las tareas de sus familias.

“No hay seguridad en ese puente, es el único que conduce a la playa y la cadena es para que no pasen las motos”, añadió Nelson Jordán, presidente de la Comuna Bellavista, quien pide más atención y seguridad en el sitio, donde se sienten olvidados en todo.

César Solano Gonzabay, exdirigente de la comuna Cauchiche, otro sitio turístico que la basura y la falta de atención alejan a los turistas, sostiene que el problema que tienen las cuatro comunas que comparten la playa es la contaminación de la basura plástica que sale por el dragado que se está realizando en los sectores de Puerto Marítimo, Tres Bocas, Trinipuerto y Daular. “Estos barcos que dragan estás áreas recopilan esos sedimentos y los arrojan frente a nuestras comunidades. En cada marea se ve la contaminación muy clara con los plásticos que estuvieron en un fondo marino”, dice el comunero.

• Un problema de años

Según César Solano, en 2019 tuvieron un acercamiento con el Municipio de Guayaquil para poder remediar el impacto ambiental que se produce en la isla por la basura. “En 2020 ya no se pudo hacer nada por la pandemia y eso sí afectó mucho al turismo de acá, porque nadie se quiere bañar en una playa sucia, llena de plástico y basura que viene con cada marea, cada marea es cada seis horas (...) la minga que realiza el Municipio una vez al año no nos ayuda, porque la contaminación es a diario”, dice el comunero. Añade que, además, movilizar esa basura que recogen hacia el continente tiene un costo muy alto.

• En diagnóstico

En respuesta a este Diario, Gloria Gallardo, presidenta del Directorio de la Empresa Pública Municipal de Turismo de Guayaquil, señala que al momento están trabajando articuladamente con la Dirección Zonal 8 del Ministerio de Turismo, en un diagnóstico sobre la situación actual de la Isla Puná, incluyendo la comuna Bellavista. Esto, con la finalidad de identificar su potencialidad, para el desarrollo de modalidades turísticas alternativas, respaldadas ante la necesidad de atención de las comunas con respecto al problema de contaminación por desechos y la búsqueda de desarrollo turístico de sol y playa. Como fase inicial se coordinó la inoculación de los habitantes de todas las comunas.

“Cabe mencionar que, antes de la pandemia, en coordinación con el Ministerio de Turismo, se estuvo capacitando a los comuneros de Cauchiche y Subida Alta, en temas relacionados con hospitalidad, guianza turística, team building, entre otros; lo que llevó a la conformación de los Centros de Turismo Comunitario en ambas comunas. Este proceso se pretende continuar con la comuna Bellavista y Estero de Boca e incluir capacitaciones relacionadas al manejo de desechos sólidos”, indicó Gallardo.