En Los Ríos y Sucre, centro de Guayaquil, un semáforo y una señalética que previene al conductor para que no gire a la izquierda son casi imperceptibles, debido a que las tupidas ramas de un árbol los cubre.

Según moradores del sector, con la llegada de la época lluviosa los árboles se tornan frondosos, por ello requieren ser podados para evitar que tapen las señales de tránsito y se produzca algún accidente.

“Todos los años es lo mismo, las ramas de los arbustos crecen y hacen invisibles las señaléticas. Ya ha habido choques entre automotores porque los conductores no ven los rótulos que están escondidos”, menciona Melissa León, quien habita a pocas cuadras de la zona y exige al Municipio que realice la poda respectiva.

Hace dos semanas EXPRESO denunció que un enorme árbol ubicado en la calle Juan Bautista Aguirre, en la esquina de la clínica Guayaquil, no permite observar con claridad el semáforo que se pierde entre las hojas de la especie y provoca riesgos de accidente para los conductores

Este problema se repite en algunas otras zonas de Guayaquil, en medio del malestaer ciudadano que no ve respuestas a su pedido.