
“Cero humo y más ñeque”: Álvarez rinde cuentas en la inauguración de la Troncal 4
El alcalde Aquiles Álvarez defendió su gestión en obra pública, transparencia y planificación. También admitió errores
Durante su rendición de cuentas este 23 de junio de 2025, tras la inauguración de la Troncal 4 de la Matrovía, el alcalde Aquiles Álvarez se aseguró de destacar los logros de su administración en planificación, obra pública y servicios, marcando un contraste con gestiones pasadas. Enfatizó el trabajo "realista", la transparencia en el manejo de recursos y la prioridad del bien común.
“Lo hicimos con los pies en la tierra, sin vender humo, con realidades, con cosas que sabíamos que iban a ser duras de conseguir, pero alcanzables, a punta de trabajo, de ñeque, de esfuerzo, de luchar por causas justas”, dijo.
Seguridad: una prioridad, "pese a no ser competencia directa"
Álvarez inició su intervención refiriéndose al tema que más preocupa a los guayaquileños: la seguridad. Aunque reconoció que no es una responsabilidad directa del Municipio, enfatizó que ha sido su mayor prioridad. “Todo el país está siendo golpeado por la violencia. Y por supuesto, Guayaquil, nuestra ciudad, con mayor dureza. Es doloroso y mantengo mi posición de la necesidad de trabajar juntos para recuperar la paz”, afirmó.
Como parte de las acciones municipales, destacó el fortalecimiento de la línea 181 y la implementación del sistema C5, que integra cinco componentes: comando, control, comunicaciones, cómputo y contacto ciudadano. “Desde nuestras competencias destinamos más recursos, más personal, más tecnología”, explicó.
Además, mencionó la instalación de estaciones EAS (Estaciones de Acción Segura) en sectores estratégicos como Urdesa, Kennedy, La FAE, Terratana y Ciudadela. Anunció que de aquí a diciembre se inaugurarán cinco o seis más, incluyendo Barrio Centenario. “Esperamos trabajar de la mano con la Policía Nacional, como lo hicimos con la EAS del Puerto Santa Ana”, señaló.
Enfatizó también que el bien común está por encima de cualquier diferencia política. “Los que sufren, ¿sí saben quiénes son? Los ciudadanos. Así que por encima de cualquier tema, seguimos con las puertas abiertas para trabajar en conjunto por el bienestar”, expresó.
Ordenar antes de construir
El alcalde aseguró que la base de toda su administración ha sido la planificación. “No se puede construir nunca sin antes pensar, y jamás se puede gobernar bien, nunca, sin antes ordenar”, dijo. Por eso, la primera tarea fue poner en orden las finanzas y reorganizar la ciudad en 19 áreas de gestión administrativa. Aunque reconoció que mucha gente aún no comprende este modelo, explicó que permite “planificar e invertir de forma focalizada”.
Obra pública y agua potable para todos
Con las cuentas claras, afirmó que se reactivó la obra pública. Se han rehabilitado más de 1.300 kilómetros de vías, mejorando la conectividad y devolviendo dignidad a cientos de barrios. También se refirió a obras emblemáticas como el puente de la Juan Tanca Marengo, que estuvo paralizado durante cuatro años y hoy está finalmente inaugurado, y la nueva solución vial en la intersección de Las Américas e Isidro Ayora.
Otro hito en su gestión, dijo, ha sido la ampliación del acceso al agua potable. “Avanza la construcción del quinto producto que garantizará agua potable para el 100% de los guayaquileños”, indicó. Enfatizó que aún hay personas que deben levantarse a las 3 o 4 de la mañana para buscar agua en tanqueros, y aseguró que “eso, en esta administración, se acabó”.
Transparencia en la gestión
Uno de los momentos más críticos del discurso fue la denuncia de prácticas heredadas y comunes en otros gobiernos locales. “Se acabaron las contrataciones a dedo, se acabaron las facturas impagas escondidas en el cajón”, dijo. Criticó que antes se pagaba “a los que les tiran centritos, a los que tienen el contacto”, mientras que en su gestión hay planificación, control previo y pagos únicamente conforme al presupuesto establecido. “Nadie puede acusarnos de que nos hemos llevado ni un centavo. Pagamos COE más cero”, sentenció.
También hubo espacio para hablar de inversión social y recuperación urbana. El alcalde explicó que durante los dos primeros años se enfrentaron problemas con los contratos de luminarias, pero que hoy ya están adjudicados los ocho necesarios para cambiar las luces de sodio por tecnología LED. “La recuperación de las luminarias se está sintiendo en Guayaquil”, dijo, y prometió: “Vamos a tener una Guayaquil totalmente iluminada al cierre de 2025, con más de 350 nuevas luminarias solo en la 9 de Octubre”.
Además, mencionó intervenciones en parques, espacios públicos y programas enfocados en prevenir la violencia intrafamiliar y apoyar a los jóvenes.
Una ciudad equitativa y con sentido social
Álvarez hizo hincapié en que la administración actual no excluye a nadie. “Este proyecto se ha hecho con recursos de ustedes, que merecen ser administrados con responsabilidad, sin maquillaje”, afirmó. Dijo que Guayaquil camina hacia un desarrollo sostenible y, sobre todo, equitativo. “Aquí hay obras para todos. Nosotros no excluimos a nadie, y lo dice nuestra frase: estamos construyendo la ciudad de todos”.
Y agregó: “Aquí no aplicamos esa ley famosa de ‘divide y reinarás’. Nosotros creemos en unir, en trabajar juntos, en salir adelante. Cero odios y cero chismes”.
“No somos perfectos, pero sí conscientes”
El alcalde también hizo una reflexión poco común en política: reconoció errores. “También hemos normalizado que en la política la mayoría de los políticos se creen perfectos. No, nosotros sí somos imperfectos, reconocemos nuestros errores, los vemos y los analizamos todos los días”, señaló. Aseguró que su equipo se reúne semana a semana para corregir el rumbo y mejorar la gestión. “La única manera de enderezar el camino, porque todo paraíso tiene su serpiente, es reconocer los errores. Y nosotros los vemos”.
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