
Álvarez: “Olvídese del marido y la ñañita, ya nadie se lleva nada en Guayaquil”
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, advirtió que ya no existen privilegios en la instalación de vallas publicitarias
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, volvió a recurrir al lenguaje popular para lanzar una advertencia sobre el control de la publicidad exterior en la ciudad. Durante su rendición de cuentas, este lunes 23 de junio, el funcionario aseguró que ya no hay privilegios ni arreglos bajo la mesa en la colocación de vallas publicitarias.
“Olvídese del marido, la ñañita… Ya no están. Hoy los recursos entran al Municipio”, sentenció Álvarez, en referencia a supuestos beneficios irregulares de gestiones pasadas.
Según el alcalde, más del 50 % de los valleros publicitarios, de un total de más de 400, ya están regularizados. Afirmó que se está haciendo una depuración de estructuras ilegales o que no cumplen con las normativas municipales. “Esas vallas van a ser bajadas”, insistió. “Denunciamos, y ya nadie se lleva nada, ni un marido ni una ñañita”.
Pese a las declaraciones, el alcalde no presentó un informe técnico ni una lista pública de las empresas sancionadas o retiradas, lo que deja abiertas dudas sobre los mecanismos de fiscalización.
En diciembre de 2024, el Concejo Cantonal aprobó una moratoria de 30 días para que los operadores regularicen estructuras no autorizadas, junto con sanciones ajustadas al tamaño y ubicación de la publicidad. Sin embargo, la falta de un informe público o un listado oficial de vallas intervenidas mantiene la incertidumbre sobre la eficacia y transparencia real de los controles anunciados.
Una gestión con promesas de transparencia
Las declaraciones de Álvarez sobre el control de la publicidad exterior se suman a otros pronunciamientos hechos durante su rendición de cuentas. Bajo el lema “No vendimos humo, pusimos orden y trabajamos con ñeque”, el burgomaestre defendió su administración asegurando que se ha puesto fin a las contrataciones a dedo, a las facturas escondidas en cajones y a los arreglos bajo la mesa.
En materia de seguridad, dijo haber destinado “más recursos, personal y tecnología”, e implementado la línea 181 y cuatro Estaciones de Atención Segura (EAS), con cinco o seis más proyectadas para diciembre. No se mencionaron cifras de reducción de delitos, evaluación ciudadana ni contratos asociados.
Respecto a iluminación pública, anunció que ya hay ocho contratos adjudicados para el cambio de luminarias, con la promesa de que Guayaquil estará totalmente iluminada hasta fines de 2025. Tampoco se informaron los nombres de las empresas, montos invertidos ni el cronograma.
Aquiles Álvarez también admitió errores
El alcalde admitió errores: “Todo paraíso tiene su serpiente”, dijo, en un tono filosófico que no se tradujo en una autocrítica concreta. Aseguró haber cumplido el 80 % de su plan de campaña, lo cual, dijo, representaría un “hito”.
También celebró la consultoría para implementar el transporte fluvial, el censo de 13.000 comerciantes autónomos y más de 220 millones de dólares en infraestructura.
Cerró su discurso con una frase que generó sorpresa y debate:
“Somos arrechos… El que se ahueva no es guayaco”.
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