Como Carlos Eduardo Molineros Vela, de 38 años; y Viviana Alejandra Ballesteros Romero, de 32, fueron identificadas las personas acribilladas la noche del martes 26 de septiembre, en la avenida Francisco de Orellana, frente a dos centros comerciales muy concurridos del norte de Guayaquil.

El hecho ocurrió luego de una aparente falla mecánica o falta de combustible que sufrió el automotor en el que se movilizaba la pareja, por la décimo tercera etapa de la ciudadela La Alborada, al pie de la mencionada vía.

Según dijeron testigos, mientras esperaban ayuda para continuar su camino, se estacionaron a un lado de la avenida; sin embargo, eso fue aprovechado por sus atacantes.

Aparentemente, la pareja era seguida por hombres que se movilizaban en una camioneta, quienes al ver lo ocurrido con el carro sorprendió a la pareja con disparos.

Viviana Alejandra fue baleada dentro del auto, mientras que Molineros Vela aparentemente logró salir y correr en un intento por salvar su vida. No obstante, metros más adelante, los desconocidos lo alcanzaron y le dispararon. Su cuerpo quedó junto a un poste de alumbrado público.

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El coronel Paulo Espinoza, jefe del distrito Modelo, informó que personal de Criminalística e Inteligencia acudió al sitio para recabar indicios.

En la escena se halló un arma de fuego, que habría sido usada en el hecho violento, añadió el oficial. “Probablemente fue empleada para atentar contra su vida”.

La Policía investiga si el hecho fue motivado por el delito de tráfico y expendio de sustancias sujetas a fiscalización (drogas). Justamente por ese delito, Molineros fue detenido en flagrancia el 14 de noviembre de 2020, pero salió en libertad tras ser sebreseído en el proceso. No obstante, el 26 de abril del presente año, el Tribunal Penal que llevó la audiencia de juzgamiento del caso dispuso oficiar a las autoridades policiales la localización y captura del hombre, contra quien ratificaron la prisión preventiva. Esto, luego de que la Sala Penal de la Corte Provincial del Guayas revocara el sobreseimiento que se había dictado a su favor.

La etapa de juicio contra el procesado quedó suspendida hasta que la policía lo detenga o se presente voluntariamente. Algo que evidentemente no ocurrió, pues cinco meses después de esa disposición legal, Molineros terminó acribillado en la vía pública.

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Dentro del expediente colgado en el Sistema Judicial Ecuatoriano (Satje) se relata que fueron un total de cinco personas las capturadas junto con Molineros, como parte de una presunta “organización narco delictiva fuertemente armada, quienes actuarían en el brazo de mar, zona conocida como Cuarentena, cerca da los puertos de Guayaquil”, desde donde se encargarían de contaminar buques de alto calado que salen hacia destinos internacionales usando lanchas rápidas para el transporte de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización a gran escala. Durante la operación, la policía incautó 648.740 gramos de droga en una lancha de nombre ‘Cobra’, además de armas de fuego como una subametralladora con 19 cartuchos, un radio transmisor.

A su favor, testigos aseguraron en la investigación que Molineros se dedicaba a la venta de cangrejos, en el sector de la Perimetral. Uno de ellos indicó que ese día, lo había llevado a pescar a Tres Bocas.

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