Defenderse ante cualquier agresión, es lo que buscan diferentes ciudadanos aprendiendo las artes marciales. En Guayaquil, por ejemplo, hay un programa municipal de defensa personal para mujeres y que, hasta el momento, 681 ciudadanas han dicho presente en las capacitaciones. 

Ruth Torello, directora del organismo, indicó que en las clases, de carácter gratuito, se imparte un aprendizaje integral, técnicas de defensa y disciplina. Detalló que hay 15 casos de alumnas que han sufrido agresión intrafamiliar, por lo que las asesora en su parte emocional. 

Hasta ahora se contabilizan ocho escuelas de entrenamiento. Estas se encuentran en los Centros de Atención Municipal Integral (CAMI) de Pascuales, 29 y Oriente, Mucho Lote, Guasmo, Fertisa, Cisne, Isla Trinitaria y Puerto Liza. 

En este último galpón, situado en las calles Venezuela y la Octava, al suroeste de la ciudad; está dirigido solo a mujeres y tiene una capacidad para 200 estudiantes.

Carmen, una de las alumnas, de 49 años, asegura que con este deporte ha ganado autoestima, compañerismo y evitar ser víctima de robos. 

“En uno de los callejones que dan hacia mi vivienda, en La Chala, un sujeto me amedrentó con un cuchillo para robarme, pero logre neutralizarlo. Es importante que nosotras aprendamos las artes marciales para que cuando nos quieran agredir o hacer daño podamos defendernos y evitarlo”, argumentó.