A las 08:00 del próximo 27 desde mayo de 2023 se tiene previsto que se inicie lo que podría ser la mayor y quizá, la única -hasta ahora- procesión religiosa católica de todo el país. Estará dedicada a la Virgen María y reunirá a todas las iglesias que tienen en sus altares, advocaciones dedicadas a la Virgen. “Históricamente Guayaquil siempre ha tenido romerías”, dice Mercedes Lozada Elizalde, coordinadora por la Arquidiócesis de Guayaquil de la gran procesión. “Ese tipo de demostraciones de fe son la esencia de este pueblo, porque somos fervientemente católicos”.

Será histórica porque reunirá a las 105 iglesias locales, más los cantones aledaños. Cada una debe organizar una comitiva que se encargue del traslado de la imagen durante la procesión. Por cada parroquia se espera un gran número de fieles que acompañarán los altares móviles.

Es por eso que Inés Cruz Robalino, de la Legión de María y miembro del Consejo de Laicos de Guayaquil, considera que para la romería del 27 de mayo se espera que participen más de 150.000 personas.

“Es un acto magno que nos ayudará a cimentar la fe en estos momentos duros que vive el mundo, la ciudad y el país. Es el momento de suplicar la intervención de la santísima Virgen María para que interceda con su hijo Jesús”, agrega la señora Lozada Elizalde, quien lideró precisamente la reunión de coordinación del comité organizador del evento, el cual se desarrolló el pasado martes en casa de la familia Kronfle Gómez, en Urdesa.

Una reunión en la que también estuvieron presentes Esther Azar de Marín, María Eugenia Lasso y María Cristina Gómez de Kronfle. Esta cita sirvió para definir nuevos detalles de la organización sobre la magna peregrinación.

La avenida Machala ha sido seleccionada para que a lo largo de esta se geste la romería, la cual lleva como lema ‘María camina con su pueblo’.

Inicia a las 08:00 y se tiene previsto que se extienda hasta las 12:00. Según la programación, se espera que las delegaciones de las parroquias participantes, con sus respectivas imágenes, se reúnan dentro de la explanada del Estadio Modelo, y desde ahí salir hacia la calle Manuel Galecio, desde donde se desarrollará el recorrido de 1,8 kilómetros que tendrá la romería.

“Es una extensión similar a la que se cubre con la imagen del Cristo del Consuelo”, dice Mercedes Lozada Elizalde.

Para ello, el pasado 16 de febrero, la Arquidiócesis de Guayaquil envió al Municipio una carta en la que cumplió con la invitación formal al evento y con el pedido de autorización para la procesión y lograr que se emitan los permisos respectivos.

Además, se solicitó colaboración para que el Cabildo porteño preste la tarima donde se realizará la misa campal, el equipo de sonido, parlantes y la pantalla gigante.

En la jornada del sábado 27 de mayo, junto a la tarima, se colocarán confesionarios móviles para que los feligreses que lo deseen cumplan con el sacramento de la confesión. La tarima estará ubicada en la parte externa del colegio Guayaquil, en la calle Gómez Rendón.

Se espera la participación de la Policía Metropolitana y la ATM para que despliegue un operativo relacionado con el tránsito vehicular y los vendedores informales, durante la jornada de la procesión.

Algo emocionada, Mercedes Lozada Elizalde aclara que nunca en el país tantas iglesias se reunieron para una procesión. Ella recuerda cómo surgió la idea. “Fue luego de la Expo María, que se hizo en mayo de 2019. Antes de la pandemia. Fueron cuatro días maravillosos, en la sede de la iglesia Santa María Claret, de Urdesa. Para este evento se cumplió con el traslado de imágenes históricas de hasta 200 años. Organizamos todo un operativo con apoyo de las Fuerzas Armadas. Fue durante ese evento que decidimos que había que hacer también una procesión y que esta sea muy especial. En eso estamos”.

MARÍA DE LA MERCED EN ECUADOR

Cuando llegaron los españoles, en 1527, encontraron en la isla de la Plata una imagen que los nativos la tenían a manera de ídolo. Los religiosos mercedarios que vinieron con los conquistadores vieron en esa imagen algo más que un ídolo, era una imagen de María, la consagraron como Nuestra Madre de La Merced y después la trasladaron a Quito. La imagen es de piedra, labrada, no se sabe quién, ni cuándo, ni dónde la hicieron. Actualmente se encuentra en el altar mayor de la Basílica de la Merced de Quito. Indudablemente que es la imagen más célebre de todo el Ecuador. Posteriormente, por la protección que demostró en los terremotos y en las erupciones volcánicas, recibió el título de ‘Virgen del Terremoto’ y ‘Virgen del Volcán’. La historia del país está estrechamente relacionada con esta imagen. Tras la independencia en la Batalla de Pichincha, el general Sucre se acogió a su amparo y le entregó su espada.