Los recuerdos de los logros conseguidos por Víctor Bolívar Plúa Mera, un reconocido deportista de levantamiento de pesas radicado en la Península, se guardan en un rincón de su gimnasio, ubicado en el barrio John F. Kennedy en el cantón La Libertad. Allí conserva decenas de trofeos y medallas obtenidas en sus 30 años de trayectoria. “Fui campeón juvenil, sénior y máster”, comenta con orgullo mientras revisa las preseas que ganó.

Plúa, quien fue monarca nacional por 13 años de manera consecutiva, dejó las competiciones oficiales en 2016, pero le quedó pendiente llegar a una gesta ecuménica. “Me faltó ir a un Mundial”, lamenta, pero explica que aquello no pudo darse por falta de recursos económicos. Lo que sí consiguió fue consagrarse como campeón sudamericano en dos ocasiones, tanto en Brasil como en Venezuela.

Su primer título nacional lo consiguió en 1996, cuando con un peso de 74 kilos logró alzar 200 kg. “Tuve la pesa arriba por unos 30 segundos, que me parecieron eternos”, recuerda.

Desde ese año se mantuvo en el liderato hasta el 2009. “Todos querían ganarme, pero siempre salía primero”, dice sonriente. Dejó de asistir a los torneos nacionales debido a que al conseguir Santa Elena su provincialización, el deportista pasó a ser parte de la federación deportiva provincial de la Península, y como el ente recién empezaba a conformarse se le dificultó su participación.

Después retornó a la categoría máster, hasta que decidió retirarse para dedicarse a entrenar a los nuevos talentos. “He trabajado con Katty Gómez, Víctor Villacrés, Walter Gómez, Tito Bernabé, entre otros peninsulares que han logrado títulos nacionales y hasta sudamericanos”.

El ahora entrenador considera que el éxito en este deporte depende de la dedicación y disciplina. Es que para llegar a obtener los niveles idóneos de competición de élite, se debe establecer un plan riguroso de entrenamiento, además de reglas en la alimentación y dejar a un lado ciertos esparcimientos.

“Los títulos en este deporte no se obtienen de la noche a la mañana. Hay que ser pacientes y darle un gran tiempo a la preparación física”, recalca. Aquello es lo que ahora como entrenador les dice a sus discípulos. Además él es muy observador para indicarles si pueden continuar o no en la práctica.

Plúa analiza si en verdad un chico tiene talento para este deporte. Si no, les dice que será difícil poder llegar a grandes competiciones. Así ha logrado salir avante y conseguir sus primeros títulos como instructor.