El partido llegó a su límite, ni en los suplementarios pudo darse un desempate del 1-1 entre la selección del Colegio Vicente Rocafuerte y el Fernández Madrid, de Quito, por lo que la final de la categoría Intermedia Superior tuvo que definirse con lanzamientos desde el punto penal.

Ahí es cuando emergió la figura del golero Frank Fernández, quien atajó dos tiros desde los 12 pasos que le permitió al plantel guayaquileño vencer por 4-2 y conseguir el cetro en la Superliga, organizada por la Fundación para el Desarrollo del Deporte Estudiantil.

El guardameta, que forma parte de la categoría sub-16 de Barcelona, es uno de los cinco jugadores de la selección de su institución que se desarrolla en las categorías formativas de los elencos del Astillero.

Fernández reconoce que su tarea es sacrificada al combinar los deportes con los estudios, pero lo hace porque su sueño es emular los pasos del arquero costarricense Keylor Navas, su modelo a seguir.

“Es un proceso que me ha costado, pero lo hago con el mayor gusto, porque mi sueño es llegar a ser un jugador profesional”, comentó el meta, a quien le faltan tres años para graduarse.

El cuidapalos, que estudia de 06:50 hasta las 11:50 y entrena por las tardes con el representativo amarillo, se suma al defensa central Luis Valdez y Orly Cabeza, mediocampista, que también forma parte del conjunto canario, al igual que Hans Alarcón y Anthony Mazzini, que antes estuvieron en Emelec, mientras que el atacante Bryan Mejía, pertenece a las formativas del Bombillo.

“Con ellos nosotros entrenamos uno o dos días antes de los encuentros, lo hacemos en el colegio, ellos ya tienen conceptos de sus clubes y lo que hacemos es armar la estrategia con la que vamos a afrontar los partidos”, comentó Alberto Briones, director técnico del monarca estudiantil de fútbol.

El adiestrador del Vicente Rocafuerte puso énfasis en que además de la parte técnica y la entrega de los jugadores fue clave la unión que se vive dentro de la plantilla para conseguir los objetivos.