Los jugadores de la Tricolor sub-17 se quitaron un peso de encima al conseguir la clasificación al Mundial a falta de dos fechas para que termine el hexagonal final del Sudamericano que se desarrolla en Quito.

Eso lo demostraron en el festejo, tras empatar a dos goles con Brasil, donde dieron rienda suelta a su alegría en la cancha del estadio Atahualpa, que se convirtió en el fortín del combinado nacional y en el que contaron con el masivo apoyo del público, que fue creciendo con el paso de los juegos.

De los más de cinco mil asistentes en el primer duelo contra Paraguay, se pasó a cerca de diez mil ante Chile y contra Brasil se superó los 17 mil. Los futbolistas demostraron que, pese a su corta edad, la responsabilidad de ser locales no les afectó. El aliento desde las gradas los contagió para dejar todo en el gramado.

“La clasificación la dedico a mi familia y a toda la hinchada que siempre nos está apoyando. Su ánimo es muy importante, nos contagia y llena de alegría. Espero que contra Argentina superemos las 20 mil personas en el estadio”, afirmó Kendry Páez, la ‘joya’ tricolor que tiene su futuro en Europa.

Contó que el camerino fue una gran fiesta al cumplir con el objetivo propuesto al inicio del Sudamericano y demostró la ambición del grupo al enfatizar que “ahora vamos a enfocarnos en ganar el título en casa”.

Esto lo ratificó Keny Arroyo, autor de los dos goles ante Brasil, quien señaló que “vamos a seguir entrenando fuerte” con la mira en la corona. Ecuador, que sumó siete puntos al igual que Brasil y Argentina, lidera el hexagonal por gol diferencia.

“Vamos con pie derecho, estamos para competir de igual a igual con todos los rivales y lo demostraremos ante Argentina. Queremos ganar para tener el título muy cerca”, afirmó Arroyo.

Diego Martínez, entrenador del combinado nacional, fue lanzado al aire por sus pupilos durante las celebraciones del boleto mundialista. El estratega resaltó su agradecimiento “por tener la oportunidad de trabajar en la selección con este grupo al que conozco desde que tienen 12 o 13 años al dirigirlos o enfrentarlos”.

Martínez aseguró que el conseguir el cupo a la Copa del Mundo es un paso más en su proceso formativo, que tiene como objetivo “que nuestros chicos sean capaces de competir al máximo nivel y después dar el salto a la sub-20 y a la selección mayor”.

Agregó que tienen la mira puesta en Argentina, juego en el que esperan “hacer valer nuevamente la localía”. La Albiceleste es el próximo rival de la Tri, el jueves 20 de abril desde las 19:00 en el Atahualpa.

La jornada iniciará en el estadio Rodrigo Paz Delgado con el duelo entre Venezuela y Paraguay, desde las 14:00, y continuará con el encuentro de Brasil y Chile, a partir de las 16:30.