La saga de películas ‘Star Wars’ inspiró a Tomás Aguinaga Procel a empezar a practicar esgrima, deporte en el que acaba de consagrarse campeón en los Juegos Bolivarianos de la Juventud que se desarrollan en Sucre, Bolivia.

Tras probar varias disciplinas como fútbol, baloncesto y tenis, Tomás y su hermano Pedro se convencieron de que a través de la esgrima podían recrear las peleas con el famoso sable láser de la icónica franquicia.

“Con mi hermano nos sentábamos a ver las películas y siempre nos llamaron la atención las peleas con los sables láser. Ya luego jugábamos con espadas de juguete”, confiesa Tomás, quien también tuvo la influencia de su tío Paúl Procel, esgrimista en la Marina.

Gabriela Procel, madre de los esgrimistas, corrobora la versión. “Luego de ver las películas comenzaban a pegarse con lo que encontraban haciendo de espadas, hasta que un día dijimos: ‘Si quieren golpearse, que lo hagan con estilo’ (ríe). Y se quedaron (con este deporte)”, cuenta Gabriela, quien además es presidenta de la Academia de Esgrima Ciudad de Quito.

Cambiar el ‘sable láser’ por la espada de esgrima no fue un problema. “Él (el tío Paúl) nos dijo: ‘Tanto que se pegan con las espadas de juguete, ¿por qué no se ponen a hacer este deporte?’. Así que nos llevó a varias escuelas, hasta que nos quedamos en una”, recuerda Tomás.

La gloria en los Juegos Bolivarianos de la Juventud

El fin de semana, en Sucre, como parte de los Primeros Juegos Bolivarianos de la Juventud, el quiteño de 15 años obtuvo la medalla dorada, tras superar en el combate final al colombiano Isaac Camayo. El podio lo completó el venezolano Ángel Martínez.

La presea dorada en tierra boliviana es quizás, hasta el momento, el mayor logro en la corta carrera del esgrimista, al que hay que sumar el segundo lugar cosechado en la modalidad por equipos en el Campeonato Sudamericano Juvenil celebrado el año pasado en Paraguay.

Para lograr estos resultados, los hermanos Aguinaga Procel han realizado por tres años seguidos campamentos de entrenamiento en Francia, donde participan en competencias del ciclo cadete europeo y del ciclo juvenil, todo financiado por sus padres.

Ambos estudian a distancia en el colegio Wolsey Hall Oxford de Inglaterra, modalidad que les da flexibilidad de horarios para entrenar y viajar a los entrenamientos y competencias internacionales.

Los objetivos a largo plazo de Tomás y su hermano son clasificar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Antes, el actual campeón bolivariano trabajará para participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud Dakar 2026.

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