Como Spiderman. Así dice sentirse el joven clavadista ecuatoriano Santiago Chóez cuando le preguntan sobre sus sensaciones al impulsarse desde una plataforma de saltos ornamentales en una piscina. Lo cierto es que hoy por hoy, con apenas 15 años, el deportista es la cara más visible del país en este deporte a nivel internacional.

El reciente Campeonato Sudamericano Juvenil de Deportes Acuáticos que se desarrolló en Argentina, alertaron que Ecuador sigue ‘vivo’ en esta disciplina. Y es que haberse colgado una medalla de oro en plataforma 10 metros y dos de bronce en trampolín 3 m y 1 m, hicieron que el nombre de Chóez no solo llame la atención a locales, sino también a extraños.

“Fue una felicidad muy grande. Más allá de las medallas, fue saber que después de trabajar tanto, ir todos los días a entrenar y esforzarme, los resultados van llegando... Todo valió la pena”, explica el pequeño, quien empezó la práctica de los clavados desde que tenía 7 años, por lo que ya suma ocho años de experiencia a tan corta edad.

Su entrenador, Abraham Suárez, confiesa que la preparación fuerte ha sido este año, ya que los resultados empezaron a verse desde el Campeonato Panamericano Junior de Clavados que se desarrolló en agosto pasado en Lima, Perú, donde conquistó medalla de bronce tras enfrentarse a potencias como Canadá y Estados Unidos.

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“Las cosas se van dando debido al esfuerzo duro que ha hecho Santiago para obtenerlos. Es un deportista muy trabajador, muy disciplinado, que está comprometido con lo que quiere. Antes de entrenarlo nos pusimos de acuerdo para saber a lo que apuntaba y créame, sus metas son grandes”, señala ilusionado Suárez.

En el Sudamericano de Argentina, el joven clavadista no solo que ganó, sino que obtuvo un rendimiento técnico “impresionante”, tras sacarle 77 puntos al segundo lugar. “Él hizo 407 de calificación... Incluso antes de tirarse al último clavado ya había ganado. En este último torneo pudimos alcanzar a potencias en clavados a nivel sudamericano”, precisa orgulloso el entrenador.

Debido a sus actuaciones, el deportista consiguió que el Comité Olímpico Ecuatoriano lo incluyera en marzo pasado en el Programa de Proyección Olímpica, rumbo a los Juegos Olímpicos de la Juventud Dakar 2026, cita a la que va encaminado todo el progreso.

Entre los beneficios que recibe Chóez por el programa están chequeos médicos y una plantilla personalizada, tarjetas de consumo de alimentos e indumentaria deportiva.

“La ayuda ha sido importante porque siempre hay cosas por hacer. El respaldo se sintió en este último viaje y espero que así siga, no solo con ellos, sino con más organismos o firmas que quieran apostar por mí”, precisó Santiago.

“Mi sueño es seguir trabajando en lo que me falta para algún día lograr el objetivo que es ser campeón olímpico”, dice sin titubear el deportista, quien en Dakar 2026 tendrá la última oportunidad en la categoría Juvenil de ser olímpico. Ya de ahí aspira a seguir en los Juegos de mayores.

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