Contra todo pronóstico, el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, no renunció este viernes 25 de agosto. Lo ha dicho claro y alto, tan alto como se está escuchando otro grito, el de “se acabó”, proferido desde muy diversos ámbitos en contra de la versión que ha dado sobre el beso en la boca a la futbolista Jennifer Hermoso, que no ha convencido a casi nadie.

Iker Casillas, excapitán de la selección española campeona del mundo y de Europa, aseguró que sintió “vergüenza ajena” al ver las explicaciones de Rubiales.

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Hermoso, futbolista campeona del mundo con España, desmintió la versión ofrecida por Rubiales en la Asamblea Extraordinaria, y afirmó en un comunicado que “en ningún momento” consintió el beso que recibió en la boca y, junto al resto de jugadoras internacionales pidió “cambios reales, tanto deportivos como estructurales”.

Javier Tebas, presidente de LaLiga, también reaccionó en su cuenta de X, antes Twitter, afirmando que si bien “el truco burdo victimista le ha funcionado demasiadas veces, esta vez seguir intentándolo es simplemente ridículo”.

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