Paolo Guerrero parece que a veces no sabe que es Paolo Guerrero. El entrenamiento ha terminado en el complejo de Liga de Quito y él es uno de los últimos en salir. Se queda conversando con sus compañeros. Fuera de la cancha hay unos 30 hinchas, todos con teléfono en mano.

Algunos lo ven por primera vez, como una chiquilla de 20 años que dice: “míralo, tiene full tatuajes”. Su amiga, Gaby Escalante, le comenta que debe llevar “sí o sí” un mensaje en vídeo para su enamorado, pues ese será su regalo por un año de relación. “¿Crees que me lo de?”, le dice inquieta.

La tarde comienza a ponerse a oscuras y sale en escena Paolo Guerrero, el delantero peruano de 39 años, que fue clave en la final de Copa Sudamericana, ha estado presente en 11 partidos en LigaPro y lleva cinco goles. En la cancha es pieza vital en lo que desea el DT Luis Zubeldía.

Paolo llega al lugar que separa la cancha con el caminito a la concentración y comienza el show de las fotos, los saludos y los vídeos.

Se da tiempo para darle a todos los que piden. Los vídeos de saludos son los que más demoran. Gaby va por su objetivo: el saludo para el novio. Guerrero se ríe y al final se lo da y se despide con un: “que Dios te bendiga”.

Quienes llegan a ver entrenar a Liga ven cómo los jugadores actúan y se llevan una sorpresa con Guerrero, es un crack con los hinchas. Un goleador que también se da tiempo para dialogar con su gente.

“Gracias por su apoyo, gracias, muchas gracias”, le va diciendo el peruano antes de irse. Un chiquillo    le grita: “hay que quedar campeón”    y como respuesta el delantero le toca la cabeza y le afirma que ellos van a entregar todo.

El jugador tiene un sueño: quiere festejar el cumpleaños 40 con dos títulos con Liga de Quito, está a 180 minutos de eso.

Por ahora en las redes sociales de los hinchas está la foto de Paolo, el jugador que le vino a dar el plus a Liga, el nexo de carisma con los hinchas.

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