La temporada 2023 de la NFL es ya la peor en la historia en lesiones de quarterbacks; la mitad de los 32 titulares en la posición sufrieron lesiones que los sacaron de un juego o les impidió estar en al menos un partido.

Lo peor es que en seis de esos casos las lesiones de los jugadores acabaron con su temporada; lo que equivale al 19 por ciento de los titulares.

La cuenta subirá a 22 si no vuelve a jugar Kenny Pickket, de Steelers, quien el martes 5 de diciembre fue operado de un esguince en el tobillo derecho que sufrió el domingo y que al menos requerirá un mes de recuperación, tiempo que falta para que termine la campaña.

El primero en ver truncada su temporada fue la estrella de los New York Jets, Aaron Rodgers, veterano quien estuvo 18 años en los Packers. Rodgers se rompió el tendón de Aquiles en el primer cuarto en su juego de debut el 11 de septiembre.

Le siguió en la semana 5 Anthony Richardson, novato seleccionado en la primera ronda del Draft de este año para comandar la ofensiva de los Indianapolis Colts.

Ya en la semana 2, Richardson dejó el duelo ante Texans por una conmoción cerebral que le impidió jugar ante Ravens en la semana 3. Retomó los controles en las semanas 4 y 5, pero en esta última se lastimó el hombro derecho; requirió cirugía y meses de recuperación. Y así con el resto.

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