Un adolescente de 16 años (aunque aparenta unos cuantos más) es el tema de conversación favorito en este inicio de año en los hogares británicos, tras convertirse en finalista del campeonato mundial de lanzamiento de dardos, una especialidad con grandes adeptos en ese país.

Su nombre es Luke Littler y su rostro se ha hecho famoso gracias a su inmaculada trayectoria en la cita máxima de esta práctica, que se desarrolló en el Alexandra Palace de Londres, donde eliminó a jugadores mucho más experimentados que él.

Luke the Nuke (Luke la Bomba Nuclear) fascinó al país por su naturalidad, temple y madurez, pero sobre todo por su certera puntería frente a la diana, en un deporte que se convierte casi en religión en los innumerables pubs del Reino Unido.

Y es que su precocidad rompió ya todos los récords: fue el finalista más joven, pues hasta ahora había sido Kirk Shepherd, quien tenía 21 años cuando llegó a la última ronda del Mundial en 2008. Tras llegar a la disputa por el título el miércoles, superó por más de ocho años al anterior plusmarquista, Michael van Gerwen, que lo hizo con 24.

Hasta este torneo, en el que también batió el registro de ganador más joven de una partida, Littler solo había disputado cuatro duelos en el circuito profesional (PDC). El chico es todo un prodigio del deporte. De ahí que por su éxito y récords, los medios de comunicación británicos no dejaron esta semana de difundir las imágenes de Littler cuando, siendo casi un bebé, ya practicaba con dardos magnéticos en su casa.

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Relataron con todo detalle su pasión por los kebabs (un restaurante londinense se ofreció ya a proporcionárselos de por vida), así como su relación con una joven de 21 años que, según los tabloides, canta con una voz similar a la de la superestrella Adele.

Pero es en las redes sociales donde el jugador causó auténtico furor, como evidenciaron los más de 528.000 devotos que siguen sus triunfos a través de Instagram, en la cual solo existen 14 publicaciones.

Entre sus seguidores se cuenta incluso algún famoso futbolista como el talentoso James Maddison, centrocampista de los Tottenham Hotspurs, con quien se retrató en el vestuario del equipo delante de la camiseta con el 10 del futbolista.

En X (el antiguo Twitter), donde supera los 102.000 seguidores, hace gala de su sentido del humor, sobre todo a la hora de comentar lo que se dice sobre su aspecto físico.

El día de Navidad contestó con emoticones de risa a este mensaje de un usuario: “Si oigo algún comentario más acerca de que ‘Luke Littler no aparenta 16 años’, voy a empezar a lanzar rollitos de salchichas por toda la habitación como si fueran dardos”.

A pesar de toda la popularidad, Littler no ganó más de 200.000 libras (253.000 dólares) hasta semifinales del Mundial; no así el campeón Luke Humphries, doce años mayor que él, quien se llevó el botín de más de $ 580.000. Aun así la estrella fue Luke, quien corona una carrera meteórica en la que el éxito parecía escrito de antemano.

Incluso Karl Holden, su entrenador en la academia St Helens, donde Littler comenzó a practicar, explicó a la BBC que para los 10 años todos tenían claro que él destacaba muy por encima de su edad.

“Antes de cumplir los 11 años ya jugaba con los sub-21, simplemente porque era demasiado bueno para todos los demás”, dijo Holden.

Ahora, a un mes de cumplir los 17, la Bomba Nuclear quiere terminar de explotar para erigirse en el nuevo ícono deportivo de una nación ávida por encontrarlos... aunque sea lanzando dardos.

“No puedes beber alcohol, ni conducir un coche. ¿Cómo celebrarás el Mundial?”, le preguntaron en la rueda de prensa.

“No sé, quizás me compre un nuevo vaper”, respondió. Y se quedó tan ancho en medio de las risas de los periodistas.

Si bien difícilmente podrá batir el histórico récord de un Mundial de Dardos en la BBC, en abierto, que logró concentrar a más de 8 millones de telespectadores en 1983, entre Keith Deller y Eric Bristow, lo que hoy en día obsesiona más a Littler es que esto impulse a jóvenes a animarse a practicar su deporte. “Me gustaría que cientos de jóvenes se pusiesen delante de una diana y probaran”.

La estrella va a dominar los dardos durante muchos años. El mismo Luke reveló al programa ‘Good Morning Britain’ que únicamente practica media hora al día “porque me aburro. Por eso tengo la X Box cerca”.

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