UEFA Champions League (10172749)
Romelu Lukaku (segundo derecha) festeja el 1-0 junto a sus compañeros del Inter de Milán, en el cotejo ante Oporto durante los octavos de final de la Champions League.EFE

Lukaku le otorgó el triunfo al Inter de Milán y apunta a cuartos

Los italianos ganaron de local 1-0 al Oporto y pisan fuerte en la Champions League

Romelu Lukaku apareció el miércoles 23 de febrero cuando más lo necesitaba su equipo. Cuando el empate ante el Oporto era lo más probable, emergió la versión del delantero belga que fue la estrella del Inter de Milán. Con un gol clave en San Siro, Lukaku tumbó al Oporto (1-0) y acercó a los suyos a los cuartos de final.

FoDWz8BX0AEFc7X

Ricardo Gareca se acerca a la selección de Ecuador

Leer más

Comenzó en San Siro un partido lleno de incertidumbre, de miedos y de respeto. Entre el reparto de posesiones poco fructíferas se fueron soltando los nervios en ambos conjuntos y fueron floreciendo tímidas ocasiones de las botas de los más valientes.

Con los dos equipos metidos de lleno en el partido llegó, justo antes del descanso, la más clara para los locales. Un remate de Bastoni, en otra jugada a balón parado, que sacó bajo palos Diogo Costa con el antebrazo, exhibiendo sus reflejos y su instinto, con una parada de videojuego clave en un momento fundamental.

Saltaron ambos equipos tras el descanso enchufados, de nuevo repartiéndose el dominio, pero esta vez con el Oporto liderando las ocasiones más peligrosas.

Jhon-Jairo-Sanchez-emelec

Emelec: Jhon Jairo Sánchez y Diego García, enfocados para enfrentar a Libertad

Leer más

Sin embargo, los cambios de Inzaghi funcionaron en los locales, que introdujo a Brozovic y a Lukaku para dar un aire fresco al centro del campo y a la línea ofensiva.

La expulsión de Otavio, por doble segunda amarilla, fue el primer paso para el gol.

El Inter necesitó ese pequeño empujón para creerse superior ante un rival que fue de más a menos en ataque, pero mostró solidez defensiva.

Cuando el cotejo finalizaba, Lukaku remató al palo de cabeza, pero no perdonó el rechace y desencadenó la locura de San Siro, a falta de cuatro minutos para el final.