La cúpula principal de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) vive una hecatombe sin precedentes con dos titulares al mando, Francisco Egas y Jaime Estrada. Los dimes y diretes entre miembros del directorio de la Ecuafútbol desencadenaron este embrollo jurídico que indirectamente llega al campo, aún cuando se piense que no.

EXPRESO conversó con tres profesionales que conocen por dentro la FEF y la selección ecuatoriana, y todos reconocen que esto no es positivo para el futuro de la selección.

Luis ‘Chino’ Gómez es más que una palabra autorizada para el tema, ya que estuvo en la piel del futbolista en esa histórica selección que nos llevó a Corea y Japón 2002.

“Sin duda alguna afecta en lo deportivo. Un futbolista que ve desde las distancias este tipo de situaciones, sabe perfectamente que va a ser difícil conseguir esa armonía que se requiere entre dirigentes, cuerpo técnico y jugadores. Lo que está sucediendo preocupa, caotiza y aleja a lo que significa institucionalmente los objetivos más próximos”, explica.

Igual a Gómez piensa Alfredo Encalada, quien tuvo la oportunidad de estar en la Tri como asistente técnico. Él cree que esta situación puede poner en jaque la permanencia de Cruyff.

“Puede que Cruyff haya llegado por una relación con determinado dirigente y si este ya no aparece, se puede provocar una discordia que pondría al técnico a analizar su continuidad”, argumenta Encalada.

Dusan Draskovic es un nombre clave para el fútbol ecuatoriano y ha mostrado su respaldo a Jordi Cruyff, nuevo DT de la Tri, y cree que aunque este tema trasciende, el hijo de Johan tiene cepa para comandar la selección y evitar que este conflicto entre dirigentes se sienta en el campo.

“Él (Jordi Cruyff) es un profesional que se ha mantenido a pesar de estar a la sombra de su padre. Eso nunca pasaría con alguien sin personalidad. Sin duda podría asustarse con todo lo que pasa, pero él ha movido su nombre. No creo que esto afecte mucho desde su óptica”, dijo el DT.

Mientras se barajan hipótesis de lo que sucederá dirigencialmente con la FEF, el futuro de las selecciones nacionales pierde brillo y el hincha la esperanza.