La fecha 10 de la LigaPro marcará el regreso de los aficionados a los estadios para los encuentros del campeonato nacional. Será un plan piloto en dos ciudades y determinará si todo está listo para la luz verde definitiva.

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional marcó esta ruta después de que funcionó el protocolo en los partidos de la selección en eliminatorias, en Quito, y de Barcelona en la semifinal de Copa Libertadores de América, en Guayaquil.

El regreso de los aficionados fue recibido con optimismo por dueños de los negocios que han tenido en el fútbol un nicho de toda la vida. Locales aledaños a los escenarios deportivos y hasta los vendedores informales lo miran como una oportunidad. 

Por ejemplo, María Cunalata vive de las ventas de banderines, visores y hasta mascarillas de los equipos de fútbol. Para ella será una oportunidad de recuperar algo del dinero que invirtió antes de la pandemia. “Me quedé con las camisetas fabricadas, pero ahora ojalá se vendan, sobre todo de la selección porque de los equipos ya cambió el modelo”, señaló.

Marco Caiza tiene un puesto de salchipapas cerca al estadio de Liga de Quito. Él confiesa que sus ventas bajaron casi al cero en los días de partidos. Ahora, señaló, ya piensa en invertir para ampliar la oferta. “Será el 30 % de aforo, no será mucha ganancia, pero algo nos ayudará”, indicó.

Pero no todos serán beneficiados. Por ejemplo, los vendedores de comidas y bebidas al interior del estadio seguirán esperando.

Paúl Carrión, miembro de la asociación de vendedores, dijo que están buscando la manera de acercarse al COE Nacional para explicar su situación. “Lastimosamente el protocolo de bioseguridad no nos incluye. Eso nos preocupa porque nuestra fuente de trabajo está en los estadios”, indicó.

Otro problema es que tampoco han renovado el convenio con los administradores de los diferentes estadios. “Tendríamos que buscar un contrato para estos meses, siempre y cuando nos permitan ingresar a trabajar”, concluyó.

En el papel, los revendedores de boletos también deben esperar, ya que las entradas se venden de manera digital. Uno de ellos, que pidió anonimato, confesó que en el duelo de la selección contra Paraguay, en agosto pasado, se dieron modos para ganar dinero con la reventa (eran intransferibles) pero que ahora no habrá posibilidad porque se ha pedido mayor control en los datos de los hinchas y los boletos personales.