DeAndre Yedlin debutó en un Mundial con Estados Unidos en Brasil 2014, donde disfrutó de minutos en los choques que disputó su selección ante Portugal, Alemania y Bélgica. Ocho años después, el combinado dirigido por Gregg Berhalter está prácticamente huérfano de jugadores con experiencia en una Copa del Mundo. Yedlin es la excepción y se ha convertido en el líder espiritual de su equipo.

De aquella selección, eliminada en octavos de final por Bélgica, no queda absolutamente nadie más. En el ya lejano 2014, Yedlin tenía sólo 20 años y ninguno de sus compañeros ha sobrevivido al paso del tiempo. La generación de Jozy Altidore, Clint Dempseu, Tim Howard o Robbie Findley no consiguió clasificarse para Rusia 2018 y ahora Yedlin tiene la misión de encabezar a un grupo que se adentra en un mundo desconocido.

Su caso es único en todo el Mundial de Qatar. En total, hasta 604 de los 831 jugadores convocados con todas las selecciones no saben lo que es jugar en una Copa del Mundo. Y hay tres países, Catar, Canadá y Gales, cuyos futbolistas, sin excepciones, tienen una experiencia nula. Los 26 nombres de cada una de ellas son nuevos en un Mundial.

Y, por detrás, con un 96,15 por ciento de debutantes, se encuentra Estados Unidos. El jugador que rompe el pleno es Yedlin, que a sus 28 años, una edad nada excesiva, es el jugador de su equipo con más experiencia en una competición de la máxima envergadura internacional.

Yedlin se ha convertido en el consejero de Estados Unidos, que aspira a alcanzar los octavos de final en un grupo, el B, que comparte con Inglaterra, Irán y Gales. A priori, peleará con el combinado de Gareth Bale para optar a la segunda plaza por detrás de Inglaterra y alcanzar una ronda que sólo ha superado en una ocasión (Corea y Japón 2002).