Cuando terminó el partido de ida, con victoria 3-1 de Independiente del Valle sobre Emelec en el estadio Banco Guayaquil, los jugadores rayados empezaron a celebrar. Sin embargo, Cristian Pellerano dio el paso al frente para recordarles que apenas era el primer juego y que no era momento de relajarse. El grupo entendió muy bien el mensaje y, aunque la alegría siguió en lo más alto, la serenidad volvió al camerino.

Sus palabras pegaron a la primera, ya que Pellerano tiene una jerarquía diferente dentro del grupo. No solo es el personaje con mayor edad dentro de los jugadores (cumple 40 en febrero) sino que también es el que más se dedica a conversar con los más jóvenes, tanto de situaciones futbolísticas como de la forma de llevar su carrera.

Su jerarquía en el plantel ha sido respetada hasta por el entrenador portugués Renato Paiva. Claro, las funciones están plenamente marcadas para el futbolista, pero se volvió un apoyo en todo sentido.

El aporte de Pellerano no es solamente fuera del grupo, dentro de la cancha los números muestran su importancia. Estuvo en 20 partidos y 18 de ellos como titular. No jugó más porque se lesionó en el inicio de la temporada. Tuvo una fractura de nariz. Además, una vez estuvo suspendido por acumulación de tarjetas amarillas y fue expulsado en dos oportunidades.

En la función defensiva, su promedio de quites de balón es el 57,9 % y sumó nueve interceptaciones.

Mientras, en la distribución del balón tiene un porcentaje de 86,2 % de efectividad, mientras que en la cancha contraria tiene un acierto de 80,5 %. Por cifras como la suya, Independiente del Valle es el plantel con más pases (15.015) de LigaPro y con una mayor precisión, con global del 85 %.

Pellerano se perfila como uno de los titulares. En este momento histórico para el club, es el llamado a dar nuevamente el paso al frente.

RODRÍGUEZ, UN CRACK QUE PREFIERE VESTIRSE DE OBRERO

Sebastián Rodríguez dejó abierta la final. Con un 3-0 en contra asumió la responsabilidad de ejecutar un tiro penal en el último minuto y dejar a Emelec en carrera. Lo cobró con mucha seguridad, con la misma que ha transmitido durante la temporada y que lo ha convertido en una de las principales figuras del equipo. Marcó un 3-1 que ahora no parece imposible de levantar.

Ese momento podía ser clave en la definición del campeonato y él lo sabía. Por eso, cumplió con su papel de líder e impulsó al equipo a creer en la remontada. “Somos el mejor equipo del campeonato y debemos demostrarlo en esta final”, anticipó un creyente Rodríguez. Y esa es una de sus principales características. Le gusta impulsar al equipo, arengar para que estén motivados sin importar la situación.

A pesar de que no siempre se lleva las luces, Sebastián Rodríguez es un jugador muy eficiente en su tarea. Recupera, arma el juego ofensivo y asume los penales con eficacia. Fuera de las canchas también transmite responsabilidad y hasta se ha vuelto un apoyo para sus compañeros.

En números, su año señala que jugó en 27 partidos, siendo titular en 25. De ellos, solo tres veces lo reemplazaron, como una muestra de su importancia en el funcionamiento, ya sea para buscar un gol para la victoria o para sostener una ventaja.

Hizo 10 goles, nueve de ellos de penal. Marca uno cada 220 minutos. Remató 21 veces a puerta. Creó 38 oportunidades de gol para el equipo, a pesar de que ninguna fue desde los costados. Es decir, su especialidad es buscar el hueco desde el callejón central.

En lo defensivo también destaca. Tiene un 60,5 % de precisión en los quites, sumó 14 despejes y 20 interceptaciones. Su precisión de pases es del 84,4 %. Mientras que en el campo rival su precisión es del 74,1%. Esto se debe a que él busca el pase ofensivo prácticamente desde su propia cancha.