Se van porque el progreso deportivo así se lo exige, pero siempre algo de ellos se queda en el club que los vio nacer como jugadores. Y al final, luego de ser figuras en equipos del extranjero, vienen a terminar sus carreras, a dar lo último de sí, sumado a su experiencia.

El más reciente ejemplo es Cristhian Noboa, de 39 años, quien tras cerca de dos décadas en Rusia y Grecia, retornó a Emelec, club que considera su casa y del que salió en 2004.

El Zar es el jugador con mayor edad que regresa, sus predecesores lo hicieron cuando tenían 34 años y en su mayoría volvieron y se coronaron campeones. El mejor ejemplo, Ulises de la Cruz, quien a su retorno logró 4 campeonatos (3 internacionales y 1 nacional).

El primer caso lo registró Alberto Spencer, que llegó tras ser la figura del Peñarol de Uruguay y goleador de la Copa Libertadores con sus hasta hoy inalcanzables 54 anotaciones.

En 1971 reforzó a Barcelona, con el que jugó 18 encuentros, hizo 13 goles y obtuvo un título. Estuvo un corto tiempo en 1972.

Quienes lo vieron jugar dicen que era todo un crack. “La vuelta de Cabeza Mágica Spencer fue espectacular; venir a Barcelona, después de ser figura en Peñarol, era algo increíble”, resaltó Carlos Fuentes Molina, periodista deportivo que vivió esa época.

Ítalo Estupiñán en los años 70 fue figura en el fútbol mexicano, con Toluca (donde fue ídolo), América y Puebla.

El delantero tuvo dos regresos a Ecuador. Cuando estaba en todo su apogeo, volvió por un año a Universidad Católica, fueron pocos partidos y tomó la decisión de retornar a México, a elencos no tan famosos como Atletas Campesinos y Puebla.

En 1986, cuando tenía 34 años, llegó a Emelec, pero no logró destacar con títulos.

Jaime Iván Kaviedes es el jugador de los récords de regresos. El primero fue en el 2003, cuando dejó el Puebla de México por el Deportivo Quito. Luego hizo lo mismo cuando militaba en el Crystal Palace de Inglaterra, en 2004, y se vino a Barcelona. En 2006 repitió la historia, estaba en Argentinos Juniors y regresó al Ídolo y ya no volvió a salir al extranjero.

Agustín Delgado, el goleador de la Tricolor, tuvo tres ciclos. En el 2004 dejó el Southampton de Inglaterra por Aucas, donde estuvo un solo año y se fue a la UNAM de México, para después recaer a Barcelona. En 2007 pasó a Liga de Quito, donde fue campeón de la serie A y de la Copa Libertadores 2008. En el 2009 pasó sin mayor éxito por Emelec.

Álex Aguinaga vino en el 2004 a Liga de Quito, después de ser una estrella en el Necaxa de México. Le fue bien con los albos y se coronó campeón de la serie A en el 2005. Después fue entrenador de Barcelona, Liga de Loja, D. Cuenca y de la U.

Ulises de la Cruz estuvo una década en el exterior. Paseó su clase por el Cruzeiro de Brasil, y luego en Escocia, en el Hibernain, y en Inglaterra en Aston Villa, Reading y Birmingham.

Con 35 años volvió en el 2009 a Liga de Quito, donde jugó cuatro temporadas. Fue campeón con los albos de la Serie A en 2009 y de la Recopa Sudamericana (2009 y 2010) y Copa Sudamericana (2009).

Antonio Valencia lo había ganado todo en Inglaterra con el Manchester United y en el 2019 ‘aterrizó’ en Liga de Quito, disputando dos temporadas. En el 2021 se fue al Querétaro de México y a su regreso se dedicó a ser entrenador y dirigente.

Con los albos, quedó campeón de la Copa Ecuador y Supercopa Ecuador.

Édison Méndez nació en el Deportivo Quito. En 2004 pasó sin mayor éxito por el Irapuato de México y al año siguiente pasó al Santos Laguna. En 2005 vuelve a Ecuador y con Liga de Quito gana el torneo Apertura.

Su mayor éxito estuvo en el PSV Eindhoven, de Holanda. En 2009 vuelve a la U y gana la Copa Sudamericana. Al siguiente año, reforzó al Atlético Mineiro de Brasil, y en el 2011 retornó al país, a las filas de Emelec, con el que fue subcampeón nacional.

Futbolistas como Spencer o Toño Valencia volvieron al país en el cierre de sus carreras y lograron títulos. Noboa espera seguir sus pasos.

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