El duelo entre arqueros. Adrián Gabbarini frente a Javier Burrai. Dos guardametas que han derrochado con creces sus virtudes en la portería. El de Liga de Quito tiene unos años más en la casa blanca, ha jugado varias finales y está acostumbrado a cargar con el peso de un grande; mientras que el de Barcelona disputa su primera, pero que ya demostró, en la ida, lo trascendental que puede ser bajo los tres palos amarillos.

Aunque muchas personas adelantan el posible duelo a través del manchón penal (cualquier marcador empate los llevaría a esta vía), lo que puedan hacer estos porteros resguardando su arco, es tan importante como estar impecables en la pena máxima.

De las 20 finales que se han disputado en la historia del fútbol ecuatoriano, solo una tuvo que decidirse mediante la ejecución del penal. Fue el Delfín vs. Liga de Quito de la temporada 2019.

El portero albo, que vivió este inédito desenlace, no pudo salir con el trofeo de campeón, pero su trabajo fue descomunal. De los cinco penales que le ejecutaron a Gabbarini, dos adivinó el lado a pesar de que ingresaron y detuvo tres, a Carlos Garcés, David Noboa y Bruno Piñatares, con quien podría volver a encontrarse.

“Gabbarini es más portero de penales, de eso no tengo duda. Pero los clubes van a pensar en sellar la final en los 90 minutos y allí los dos son casi impenetrables. Burrai salvó a Barcelona en momento en los que ya Liga cantaba el gol, y Gabbarini también. Esa chilena que le sacó a Colmán fue para enmarcar. Si hay algún error, difícilmente creo que sería responsabilidad de ellos”, dijo el exportero amarillo, Víctor Mendoza.

Mendoza también reconoce que ambos son “bastante tiempistas” y “en el juego aéreo son casi invencibles”.

“Barcelona es un equipo que hace muchos goles por la vía aérea y la pelota parada, pero Gabbarini es bastante atento cuando lo buscan por ahí. Rara vez falla. Burrai también es muy seguro por arriba, quizás la diferencia que les encuentro es en el mano a mano. Burrai tiene más velocidad, pero Gabbarini achica bien. Quien sea el campeón, va a tener un guardián”, finalizó el Espartaco.