Cautela es la palabra con la que podía describirse la semana previa al duelo entre Barcelona y Cumbayá, en el que gracias a la goleada del Ídolo (4-0) logró el boleto a la final de la LigaPro y clasificó la fase de grupos de la Copa Libertadores del 2023. Algo igual se percibía en el estadio Monumental en horas cercanas al inicio del partido entre los hinchas, que colmaron el Monumental. Cautela que ya con el paso de los minutos se transformó en tensión.

Es que los antecedentes con los que el cuadro canario llegaba al partido no eran los ideales, pese al liderato torero debido a un sorpresivo triunfo del Mushuc Runa frente al escolta, Independiente del Valle; esto por la caída de los amarillos ante Aucas. Sin olvidar las eliminaciones del Ídolo en los dos torneos continentales.

Sin embargo, el día para hacer catarsis era este domingo, aunque pasó por un proceso. Hasta antes del tanto inicial de Damián Díaz, había nerviosismo y era importante lo que sucedía en los partidos de Universidad Católica, Liga de Quito e Independiente del Valle. En realidad, conocer los otros resultados se volvió imprescindible hasta los 31 minutos, cuando el juez Roddy Zambrano sancionó una pena máxima por falta de Juan Carlos Paredes sobre Jonathan Perlaza, que el Kitu mandó al fondo de la red.

Ahí fue cuando María Leonor Torres Iglesias, que con 90 años es acérrima hincha de Barcelona, explotó de emoción y exclamó: “Regresó el mejor. Nos hacías falta, Díaz querido”, y al mismo tiempo se abrazaba con sus familiares que la acompañaban.

Carlos Abarca reveló que a su mamita le gusta ir toda de amarillo al Coloso del Salado. Siempre viste su camiseta y gorro del Ídolo. “Ella cada vez que viene se divierte y esta noche (ayer) se la ha pasado de lo mejor. Está apoyando y viendo cómo su equipo clasifica a la final”.

Ya en el escenario deportivo había calma, pero aún era necesario asegurar el resultado ante un Cumbayá que dio lucha intensa la primera media hora, pero luego se vio superado por la contundencia amarilla.

Y a los 41 minutos llegó el gol de la tranquilidad, luego de que el zaguero Carlos Rodríguez, disfrazado de centrodelantero, aprovechó un rebote del arquero Joaquín Puchetta, tras un tiro de Leonel Quiñónez, para poner el segundo tanto.

Tras esa conquista, el pequeño hincha Tomy Peralta también festejó junto a su papá, Carlos. “Este es el verdadero nivel del equipo, así hay que jugar siempre”, gritó el niño.

Con el 2-0 terminó el primer tiempo y luego se daría paso al éxtasis canario en la parte complementaria.

A los 59 minutos Gonzalo Mastriani puso el tercer tanto a través de otro penal por una falta sobre Emmanuel Martínez, quien marcó también desde los 12 pasos la cuarta conquista a poco del final.

Tras el pitazo del juez, vinieron los gritos de júbilo de los hinchas, los abrazos entre los jugadores y cuerpo técnico, además de la dedicatoria a los aficionados en las gradas de parte de la plantilla. Se desató el carnaval amarillo en el estadio Monumental, abarrotado de fanáticos ansiosos por una alegría, con la que cerraron el primer semestre, desde ya con la ilusión de ganar la segunda etapa y ser campeones directos sin necesidad de jugar final. JSN-GZO