El futbolista español Andrés Iniesta manifestó que durante los cinco años que ha militado en el Vissel Kobe japonés ha intentado “dejarlo todo” de él, tanto en el ámbito profesional como personal, para honrar al fútbol, su gran pasión, y a su trabajo.

“No sé lo que dejo. Lo que he intentado dejar ha sido todo, tanto dentro como fuera del campo. Mi trabajo, mi profesionalidad, mi respeto por el fútbol, por mi profesión”, dijo el volante en una rueda de prensa desde el Estadio Olímpico de Tokio tras disputar un amistoso contra el Barcelona.

Iniesta agradeció el cariño recibido durante estos años en el país asiático y deseó que su esfuerzo para dejar como legado al fútbol nipón lo mejor de sí mismo “haya sido suficiente para que el aficionado japonés tenga una bonita imagen y un bonito recuerdo” de su “paso por Japón”, algo con lo que, dijo, se “quedaría feliz”.

El campeón del mundo con España se mostró feliz de haber vuelto a tener la oportunidad de jugar tras una temporada con pocos minutos en el terreno de juego y se dijo “muy contento” de poder haberlo hecho contra el Barcelona de Xavi Hernández, con quien protagonizaron un emotivo momento cuando se fundieron en un abrazo al ser cambiado del terreno de juego en torno al minuto 80.