Años de esfuerzo tuvieron su recompensa para Alberto Miño, microtenista ecuatoriano que consiguió por primera vez el boleto a unos Juegos Olímpicos. Es que el deportista guayaquileño lo hizo a lo grande, como solo se podía cristalizar un deseo por el que se ha luchado tanto.

El crédito nacional logró su acceso a la gesta ecuménica durante la prueba de singles masculino en el clasificatorio de Argentina, luego de vencer en las semifinales de la etapa 2 al cubano Jorge Campos. Fue un duelo de siete sets, en el que el tricolor se impuso a su oponente por 4 a 3 (11-2, 5-11, 6-11, 8-11, 11-8, 13-11 y 12-10).

Fue una muestra de talento mezclado con coraje, cosas que ha puesto el tricolor en cada entrenamiento y torneo hasta concretar su viejo anhelo. En esta demostración, Miño superó un 3-1 en contra y terminó llevándose la victoria, que fue como un desahogo, no en vano sus gritos eufóricos luego de ciertos puntos, pero sin desenfocarse de su objetivo.

Alberto, de 30 años, hace historia no solo inscribiendo su nombre como representante ecuatoriano en los Olímpicos que se celebrarán este año en suelo asiático, sino que además es el primer hombre tricolor que logra el paso a esta competición en la disciplina. Una mujer, María Patricia Cabrera, lo había logrado antes cuando estuvo en los Juegos de Barcelona, en 1992.

El Campeonato Preolímpico de Tenis de Mesa se dividió en dos etapas. En la primera etapa, Miño se quedó en los cuartos de final y no pudo obtener uno de los cuatro cupos que se entregaban en esta fase. En la segunda, el microtenista se quedó con uno de los dos cupos olímpicos.

Con la clasificación del tricolor, ya son 18 los deportistas nacionales que viajarán a Tokio.