Luis Fernando León llegó a Barcelona luego de que la dirigencia afirmó que el libro de pases para esta primera parte de la temporada estaba cerrado. Fue el último fichaje del Ídolo, pero las circunstancias apurarían su presencia en el terreno de juego, o la búsqueda de un plan B.

Los especialistas consideraban que era cuestión de tiempo para que León le quite el puesto de titular a Darío Aimar. La lesión de este último abre el debate respecto a si el campeón ecuatoriano necesitará reforzar esa posición, tomando en cuenta que, además de defender su título, también jugará la Copa Libertadores de América, en un año donde las eliminatorias mundialistas seguramente mermarán el plantel.

Además de León, el técnico Fabián Bustos cuenta para la posición de zaguero central con: Williams Riveros, Joshué Quiñónez y Bryan Caicedo. A Gabriel Marques -que se puede adaptar al puesto- no se lo toma en cuenta, porque también se encuentra lesionado.

Vale recordar que en la recta final del torneo anterior el entrenador argentino no pudo contar con Aimar durante un par de jornadas, debido a una infección que sufrió luego de un implante capilar y fue notorio el bajón que el bloque posterior experimentó.

El doctor Ángel Auad, quien operó a Aimar, confirmó la gravedad del diagnóstico. “Tuvo una lesión bastante compleja de su menisco lateral y de su ligamento cruzado anterior (de la rodilla derecha). Su recuperación puede ser de seis a ocho meses, dependiendo de la fuerza y del tono muscular de la pierna del jugador. Hay casos que se pueden recuperar un poco antes, en otras ocasiones esto demora un poco más”.

El 23 de febrero, en rueda de prensa brindada en la Casa de la Selección, donde se encuentra realizando un microciclo de trabajo con el combinado nacional, León reveló su actual estado, que incluso motivó su salida del Atlético San Luis de México. “Es importante la oportunidad que te da el entrenador. Lastimosamente vengo de una lesión, vengo recuperándome”.

Así las cosas, apenas iniciada la LigaPro, Barcelona se enfrenta a la disyuntiva de poner a prueba la calidad del plantel que armó y al que muchos lo consideran como el mejor del país, o sumar un nuevo zaguero central.